Los descubrimientos realizados a lo largo del siglo XX y en las últimas décadas, como las famosas huellas de Laetoli en Tanzania (de 3,7 millones de años de antigüedad), han consolidado la teoría de que los primeros homínidos surgieron en África, y allí permanecieron durante varios millones de años antes de dispersarse por Europa y Asia.
Ahora el hallazgo de una serie de huellas en la isla de Creta, introduce un nuevo elemento a considerar en la complejidad de la cronología humana.
Porque la datación ha arrojado para ellas unos 5,7 millones de años de antigüedad, una época para la que en África encontramos huellas de Ardipithecus, el fósil de homínido más antiguo hallado completo, que tenía todavía un pie de tipo simiesco.
Las nuevas huellas fueron encontradas en Trájilos (una pequeña isla deshabitada frente a la costa sur de Creta) por Gerard Glerlinski, uno de los autores del estudio, en el año 2002.
Sorprendentemente tienen una forma inconfundiblemente humana, con el dedo gordo muy similar al nuestro en forma, tamaño y posición. La planta es algo más corta que la de las huellas de Australopithecus de Laetoli, pero tienen la misma forma general. El estudio sugiere que esto indica que las huellas de Trájilos pertenecen a un homínido primitivo, anterior al de Laetoli.
La polémica viene por la datación y el lugar donde aparecieron las impresiones de huellas, en una costa arenosa, probablemente el delta de un río.
Con alrededor de 5,7 millones años serían más recientes que el fósil homínido conocido más antiguo, el Sahelanthropus tchadensis, y contemporáneas del Orrorin tugenensisde Kenia, pero más de un millón de años más antiguas que el Ardipithecus ramidus. Esto contradice la hipótesis, tenida por válida hasta ahora, de que el Ardipithecus es el antepasado directo de los homínidos posteriores.
La datación de las huellas se realizó utilizando una combinación de foraminíferos (microfósiles marinos) de los lechos subyacentes. Además, se hallan bajo una roca sedimentaria muy distintiva, formada cuando el mar Mediterráneo se secó brevemente hace 5,6 millones de años.
Significativamente, ambién a comienzos de este año se reinterpretaron los fragmentos del Graecopithecus hallado en los Balcanes como homínido, con una antigüedad de 7,2 millones de años. Existe la posibilidad de que éste sea precisamente el autor de la huellas de Creta, aunque la ausencia de restos de huesos del pie hace difícil afirmarlo con alguna certeza.
En la época en que las huellas de Trájilos quedaron impresas, el Mioceno tardío, el desierto del Sahara todavía no existía y la isla de Creta no se había separado del continente europeo.
Fuentes: Uppsala Universitet / Gerard D. Gierliński et al, Possible hominin footprints from the late Miocene (c. 5.7 Ma) of Crete?, Proceedings of the Geologists’ Association (2017)/LBV.