La ciudad de Kazán, capital de la República de Tartaristán (Rusia), tiene un casco histórico medieval en cuyo exterior se ubica el cementerio local. En él hay un monumento en recuerdo de la Segunda Guerra Mundial y, al lado, una artística tumba en cuya lápida puede leerse el nombre de Mijail Devyatayev, que fue un personaje con una historia más que curiosa: protagonizó una de las evasiones más asombrosas de la Segunda Guerra Mundial-y aquí hemos visto unas cuantas– y, pese a todo, estuvo considerado sospechoso en su país durante mucho tiempo hasta que la verdad salió a la luz y pasó de villano a héroe.