Esta especie emblemática del océano Ártico tiene una esperanza de vida de un mínimo de 272 años y un máximo de 512 años, según un método de datación revolucionario
El tiburón de Groenlandia, una especie emblemática del océano Ártico, es el vertebrado más longevo que se conoce, según un estudio científico publicado el pasado viernes en Science. Este tiburón de crecimiento lento, de más de cinco metros de longitud, tiene una esperanza de vida de un mínimo de 272 años y un máximo de 512 años, según los investigadores, que han analizado 28 hembras de esta especie, conocida científicamente como Somniosus microcephalus.
«Tendemos a pensar que los vertebrados viven aproximadamente tanto como nosotros, súmale o réstale 50 ó 100 años», afirman los investigadores. Sin embargo, un tiburón de Groenlandia actualmente vivo puede que naciera en el siglo XVI o XVII, mientras que no hay un solo ser humano vivo que haya nacido antes del siglo XX.
Un tiburón de Groenlandia actualmente vivo puede que naciera en el siglo XVI o XVII
El método de datación utilizado «hará época«, según expresa en un comunicado la Universidad de Copenhague, que participa en la investigación. El equipo de biólogos marinos de la Universidad de Copenhague, dirigido por Julius Nielsen, ha realizado la datación por radiocarbono del núcleo o parte central del cristalino (la parte del ojo que permite enfocar los objetos) de cada uno de los 28 ejemplares. «El centro del cristalino no cambia desde el nacimiento del tiburón y por eso la composición química del tejido permite conocer la edad del animal. Utilizamos métodos de datación por radiocarbono, pero combinados de una forma totalmente nueva«, declara Nielsen.
El estudio también supone un hito importante en los programas de conservación de esta especie. «Los tiburones de Groenlandia son unos de los tiburones carnívoros más grandes del planeta y su función como superpredador en el ecosistema ártico se ha pasado completamente por alto. Miles de ellos acaban capturados accidentalmente por todo el Atlántico norte, por lo que espero que nuestro estudio sirva para prestar una mayor atención a esta especie«, concluye Nielsen.
Fuente:National Geographic