Debemos situarnos en Argentina, principios del siglo XX cuando todavía quedaban tribus indígenas en las Selvas Argentinas. Tribus que mantenían sus costumbres ancestrales, alejados de la sociedad y viviendo la vida que querían vivir en libertad y equilibrio con la naturaleza. Pero pronto su territorio se convirtió en objeto de deseo para cientos de colonos italianos y franceses. Donde los indígenas veían su forma de vida, los colonos veían tierras para la explotación. Quizás conocer las causas, los antecedentes y las consecuencias haga que el ser humano no vuelva jamás a cometer los mismos errores. Este es el objeto de este artículo al que hemos titulado La Masacre de Napalpí, comencemos por los antecedentes.

LA MASACRE DE NAPALPÍ | LOCALIZACIÓN

Chaco es una de las 23 provincias que componen la República Argentina, en su territorio cuenta con distintas poblaciones indígenas como los qom (tobas), mocovíes, wichís (matacos), entre otras. La provincia del Chaco se encuentra situada al nordeste de Argentina, dentro de la denominada Región del Norte Grande Argentino.

Posiblemente se trate de la región Argentina menos estudiada, no existen datos antropológicos para tener una constancia de las tribus que poblaron la región, aunque si se sabe que este territorio ha estado ocupado desde el el año 4.000 a.C.

Gracias a los registros se conocen la existencia de dos grandes grupos o familias con características comunes, entre ellas linguísticas, estos grupos eran:

• Los Guaicurú. Donde se englobaban las tribus pámpidos, como mocovíes, qom, pilagáes o abipones
• Los Mataco-Mataguayo. Pertenecientes a los pueblos Wichís o Mataco, con más influencias amazónicas y andinas.

LA MASACRE DE NAPALPÍ | SITUACIÓN ANTERIOR A LA MASACRE

A finales del siglo XIX, Argentina lanza una campaña militar para ocupar los territorios indígenas de la región del Chaco. La idea era someter a los pueblos pero el resultado fue la muerte de miles de indígenas.

Las consecuencias para la región fue trágica, las tribus y etnias que habitaban la región de la actual Formosa y Chaco, vieron como su sociedad y cultura se desmoronaba.

Se comenzó rápidamente a construir numerosos fuertes y fortines con el fin de tener controlados los movimientos indígenas. Las tierras que les fueron arrebatadas a sus verdaderos propietarios, fueron vendidas a los colonos que llegaban de Europa, preferentemente italianos y franceses.

Se convirtieron amplias extensiones de selva al cultivo del algodón, mientras que las distintas etnias y tribus fueron confinadas en pequeños reductos donde eran utilizados prácticamente como esclavos.

Entre estos pequeños reductos donde se confinaron a los indígenas, se encontraba Napalpí, un nombre de origen qom, que significaba lugar de los muertos, sin duda un reflejo de lo que debía ser vivir en Napalpí.

Napalpí fue fundada en 1921 e integrada casi en su mayoría por la etnia qom, quienes se vieron obligados a trabajar los campos de algodón y en ocasiones también debían cuidar las haciendas vecinas. Pero una ley dictada en 1924 por la que se obligaba a la población de Napalpí a entregar el 15% de su propia producción de algodón al estado, hizo que entre la población indígena comenzara a surgir gran descontento.

Entre las prohibiciones a las que se había sometido a la población indígena, se encontraba el abandono de sus prácticas chamánicas, pero el confinamiento de las tribus y el descontento, éstas comenzaron de nuevo a utilizarse, pero ahora con cierto aire mesiánico.

Distintos enfrentamientos y disturbios como el saqueo de granjas colonas, terminaron con el asesinato en manos de la policía del Chamán Sorai. Ante este terrible acontecimiento y esperando represalia por parte de la población indígena. El gobernador de Chaco, comenzó a preparar lo que sería una terrible y brutal represión.

LA MASACRE DE NAPALPÍ | LA MASACRE

En julio de 1924, indígenas de la etnia qom y los mocoví, como protesta se declararon en huelga. Una protesta en la que se denunciaba el trato y la explotación a la que estaban siendo sometidos por parte de los terratenientes.

Como parte de su denuncia estaba la necesidad de planificar una marcha desde Salta hasta Jujuy. Este acto no gustó al gobernador de la región Fernando Centeno, quién les prohibió abandonar la región de Chaco. Ante el miedo a una sublevación, según justificó posteriormente, planeó una represión que fuera tan recordada que nunca más otro asentamiento se atreviera a sublevarse.

En la madrugada del 19 de julio de 1924, los indígenas sublebados se encontraban reunidos en una fiesta de carácter chamánico en la zona del Aguará. El Aguará era una zona considerada sagrada donde se realizaban los ritos religiosos y que se encontraba dentro los límites de la colonia. Era allí donde los indígenas bailaban portando sus armas que se reducía a simples palos.

En esa madrugada del 19 de julio, un grupo de 130 hombres entre policías, colonos y otros voluntarios blancos, rodearon el poblado, fuertemente armados con rifles y fusiles abrieron fuego contra el campamento, fueron 45 minutos de disparos frente a unos cuantos palos. 

Transcurridos los 45 minutos de disparos, entraron y a machetazos acabaron con los pocos indígenas que quedaban vivos, la mayoría de ellos malheridos, entre los que se encontraban hombres, ancianos, mujeres y niños. La matanza fue terrible, parecía como si el ser humano no tuviera límites en su brutalidad. Algunos fueron degollados mientras que otros fueron colgados e incluso algunos despellejados.

Los indios estaban convencidos de que sus dioses serían los que les protegería de las armas del los hombres blancos, por lo que éstos no encontraron resistencia alguna, ni un sólo disparo salió del poblado. Sin embargo se estima que los soldados llegaron a disparar mas de 5.000 disparos.

La sangre fluía por las calles, atrocidades como amputaciones de miembros para lucirlos como trofeos, algunos incluso se exhibían en las comisarias. No hubo soldados heridos, no hubo lucha, no hubo resistencia, fue una masacre, que se solucionó con una fosa común donde enterrar tanto cadáver. Hoy en día a ese lugar se le llama Colonia La Matanza.

LA MASACRE DE NAPALPÍ | CONSECUENCIAS DE LA MASACRE

Tan terrible fue la matanza que los periódicos de la época hablaban del pánico de los indios mientras intentaban refugiarse y la furia de la policía disparando sobre ellos.

Por desgracia lo que ocurrió en Napalpí, no fue un hecho aislado, el poder político y el poder financiero se emplearon a fondo por medio de las fuerzas policiales o militares, para arrebatar a los verdaderos propietarios de las tierras y vendérselas a los terratenientes, convertir a los indígenas en mano de obra gratis.

Acabar con un sistema de vida basado en el equilibrio para convertirlos en pequeñas tribus afinadas en pequeños reductos creados para tal fin.

Tuvieron que pasar muchos años hasta que en enero del 2008, Jorge Capitanich, gobernador de la provincia de Chaco, quiso rendir homenaje a las víctimas de la matanza pidiendo disculpas tanto oficiales como privada sobre todo a la única persona que sobrevivió a esta matanza, Melitona Enrique de 107 años quien fallecería en noviembre de ese mismo año.

Hoy en día se ha catalogado a la Masacre de Napalpí como delito de lesa humanidad y se está estudiando examinar la fosa común donde fueron depositados los cuerpos, con el fin de darles un sentido homenaje y un reconocimiento como víctimas de una de las más terribles masacres, que durante mucho tiempo permaneció como una historia oculta, casi olvidada pero que hoy en día está más viva que nunca.

Fuente Sobrehistoria