La historia de las Brujas de Paisley, recordadas hoy por un monumento en el lugar donde fueron ejecutadas

La brutal sentencia a muerte a las mujeres acusadas de brujería en Paisley fue la última ejecución masiva de brujas llevada a cabo en Europa Occidental. Era una época oscura tras el medievo y de manera fortuita, cualquier persona podía verse involucrada en el lado mas oscuro de la religión: el oscurantismo, la brujería, los pactos con el diablo eran temidos, perseguidos y doblegados de la forma más inhumana, con fuerza, sin piedad, hasta llegar a la crueldad extrema.

 

 

Una marca extraña sobre la piel -como tener un lunar-, la afición por la botánica y las plantas medicinales, por no hablar de mantener algunas costumbres consideradas paganas, marcaron el fin de muchas vidas. La tortura pública acompañaba estas condenas. Eran escenas terroríficas, asesinatos en público, con gente exacerbada convencida de que estaban cumpliendo una “misión celestial”, pidiendo sangre y devastando vidas inocentes de manera terrorífica.

La Caza de Brujas en Escocia se prolongó durante 1596 y 1597 con especial ahínco, incluían puestas en escena pavorosas con resultados devastadores. El terror era algo cotidiano con lo que vivir durante esos años. El poder del miedo se filtraba en todas las casas y se podía dudar de cualquiera, incluso de miembros de su propia familia. El 80% de los acusados eran mujeres y muchas además, eran ya ancianas. Se las podía hacer responsables de cosas tan absurdas como ser las causantes de una mala cosecha, un naufragio, una enfermedad de un vecino… Eran ¡Brujas!. Sólo en Aberdeen dos hombres y cuarenta y cinco mujeres fueron acusadas de brujería durante estos años, por ejemplo.

La casa Bargarron / foto Dominio público en Wikimedia Commons

Medio siglo después en 1640, continuó la insaciable caza de brujas en varios pueblos y ciudades de Escocia; Había quien lo consideraba un crimen, y así en 1563 un acta de la Reina María Estuardo declaraba la brujería un crimen sancionado por el Estado, con consecuencias inmediatas. La sanción por ser condenada como una bruja era sin duda, la muerte. Un escarmiento público. La locura de finales del siglo XVI se incrementó por un incidente en el viaje de regreso del rey Jaime VI y su esposa desde Dinamarca en 1590, cuando el mal tiempo ocasionó que una de las naves del rey naufragara y se creyó que los fuertes vientos fueron causados por las brujas de Berwick, la ciudad más al norte de Inglaterra.

El Rey Jaime VI de Escocia insistió en que todas las brujas, de todas las edades, de todas las clases sociales e incluso sus hijos, merecían la muerte en la hoguera. En 1603 fue nombrado Rey de Inglaterra, sucediendo a Isabel I. Una serie de casos de brujería se presentaron ante los tribunales en su nuevo reino. Entre los más notorios fue el juicio de las brujas Pendle de 1612.

Estos antecedentes presentan el marco adecuado para comprender el aterrador caso de las Brujas de Paisley y su maldición, que tuvo lugar unos años después, en 1696 en el Norte del Reino Unido. La caza de brujas resurgió en la época de la crisis y carencias que vivió Escocia a finales del siglo XVII. Es el caso de una enfermedad extraña de una niña que sirvió de excusa para acusar de brujería a 35 personas, de las cuales se cree que 15 eran hombres y 20 mujeres. Todo esto pasó en la ciudad de Paisley, a 11 kilómetros de Glasgow.

Ocurrió que la hija del dueño de la Casa de Bargarron, Christian Shaw, de 11 años, acusó a una sirvienta de robar un vaso de leche. Su madre maldijo entonces a la empleada llamada Catherine Campbell diciendo que “el diablo tomara su alma”. Esta fue la clave que desencadenó toda una serie de tragedias: La niña cayó enferma unos días después; Los médicos no encontraron causa para su mal pero sí vieron similitudes con los famosos casos de Salem, la caza de brujas que había tenido lugar cuatro años antes en Estados Unidos, en 1692. Tenía espasmos, su cuerpo quedaba rígido como el de un cadáver, vomitaba…

Detalle del monumento conmemorativo / foto paisleyonline.co.uk

Su familia y el párroco concluyeron que la enfermedad que sufría la niña, era una posesión demoniaca provocada por la sirvienta y su círculo de amistades. Informaron que Shaw había sido “embrujada”. El resultado fue que siete personas fueron condenadas a muerte: Margaret Lang, John Lindsay, James Lindsay, John Reid, Catherine Campbell, Margaret Fulton y Agnes Naismith. Una se ahorcó en su celda y las otras seis personas fueron ahorcadas y luego quemadas en público, en el Jardín Gallow en Paisley el 10 de junio de 1697. Agnes Naismith maldijo a todos los presentes y a sus descendientes durante el juicio, y durante muchos años después, toda desgracia que pasó en Paisley se atribuía a su maldición, la maldición de las Brujas de Pasley, también conocidas como las brujas de Bargarron.

También existe una versión alternativa que sugiere que Shaw, despreciando a la sirvienta Katherine Campbell, intencionalmente fingió los “hechizos” para provocar su muerte y que su testimonio desencadenó la ejecución de un mayor número de personas, hasta 24, en la parroquia de Erskine.

En el lugar donde se ejecutó a las víctimas se colocó una herradura de caballo, reemplazada en 2008 por un monumento memorial, un tondo de bronce en el suelo con una herradura embebida y la inscripción Dolor infligido, Sufrimiento soportado, Injusticia cometida.

Los síntomas del envenenamiento con centeno incluyen convulsiones dolorosas y espasmos. ¿Podría Christian Shaw haber ingerido cereales en mal estado? En un ataque epiléptico, el paciente pierde la conciencia y generalmente se desmaya. Lo acompaña rigidez corporal generalizada durante 30 a 60 segundos, luego puede mostrar sacudidas violentas ¿Podría sufrir de epilepsia?

Christian Shaw vivió hasta los 52 años de edad. Falleció en 1737.

Fuentes: BBC / Paisley / Wikipedia/LBV