¿Qué es la cinetosis y cómo se puede prevenir?

Conocida en inglés como ‘motion sickness‘, la cinetosis no es otra cosa que el clásico mareo por movimiento, algo que algunos marinos llaman ‘mal de mar’ y en inglés es conocido como ‘sail sickness‘. Etimológicamente una cinetosis sería una ‘enfermedad por movimiento‘, un problema que sobreviene por sorpresa y algunas veces puede arruinarnos una feliz travesía convirtiéndola en auténtico tormento.

Lo primero que hemos de tener presente es que el mareo abordo nada tiene que ver con ser novato o un navegante o marinero carente de experiencia. Tampoco guarda ninguna relación con la cobardía, el miedo al mar o la falta coraje. El mareo eso algo que puede sobrevenir -en un momento dado- hasta al más experto de los navegantes. Cualquier veterano de la Armada, capitán de la marina mercante, oficial de máquinas o de puente pueden llegar a marearse.

 

 

Una de las mejoras formas de prevenir el mareo en el barco es mantener la mente ocupada en alguna actividad que requiera concentrarse, como trimar las velas o recoger y ordenar la cabullería.  En el riesgo de mareo existe siempre un componente psicológico importante que guarda relación con la predisposición particular de cada persona.

Nuestro cuerpo tiene algo así como un mecanismo cardánico biológico diseñado para buscar siempre el punto de equilibrio del cuerpo y mantener la estabilidad física y psíquica.  Por ello, hay situaciones que debemos evitar y que ya de por sí, propician la aparición de la cinetosis. Son sobre todo: la falta de sueño, la comida copiosa, un exceso de líquido o el alcohol.

Muchísimos navegantes han sufrido alguna vez estos síntomas, una secuencia de reacciones que empieza unas veces con bostezos y sensación de cansancio, seguido de mal color en la cara o extrema palidez. Es entonces cuando empieza a agobiar la ropa, el chaleco salvavidas molesta y las prendas apretadas resultan insufribles.

Aparece una ligera transpiración fría y comienzan a acelerarse las pulsaciones. Al aumento de la frecuencia cardiaca se une la respiratoria y esta taquicardia provoca una inmensa irritabilidad. Los olores fuertes (tabaco, gasoil quemado) tampoco contribuyen en nada a solucionar la situación. Y finalmente, aparecen las primeras náuseas que pueden desembocar en ulterior vómito. Una sensación de inestabilidad nos invade, a veces, acompañada de dolor de cabeza intenso.

¿Qué es y qué no es el mareo?


El mareo no es un problema de salud ni una enfermedad, es tan sólo una reacción que experimenta nuestro sistema nervioso central SNC ante una situación para la que nuestro organismo no ha sido diseñado por la naturaleza.

Todos llevamos un acelerómetro biológico en nuestro interior, algo parecido a lo que llevan los móviles para detectar el movimiento. Por eso sabemos -incluso con los ojos tapados- cuándo nos encontramos parados y estáticos y, cuándo nos estamos moviendo. Si permanecemos dentro del espacio de un barco en movimiento, el aparato locomotor detectará que nos estamos moviendo, pero la vista le dice otra cosa al cerebro ya que no percibe movimiento alguno en el interior. Es entonces cuando se genera un conflicto cognitivo en la percepción de todos los estímulos.

Nuestra fisiología no está preparada para permanecer en equilibrio en el interior de objetos o espacios cerrados en movimiento (naves, barcos o vehículos). Cuando lo hacemos, el sistema nervioso central recibe una serie de estímulos que son interpretados por el cerebro de modo contradictorio. Nuestro cerebro interpreta la información de los órganos vestibulares del oído interno -que es donde reside el sentido del equilibrio- y cruza la información con la que llega de la vista y el tacto a través del sistema psicomotor(sensores de presión del oído, vista, músculos y articulaciones). Si la información que recibe de conjunto es incongruente con la posición de equilibrio en el espacio, entonces -ante tal inconsistencia- desencadena una reacción fisiológica que activa la náusea (reacción vaso vagal).


Una situación de ansiedad produce siempre un exceso de angustia, a veces, unida a un entorno de frío o calor extremos que pueden contribuir a desencadenar el mareo. Existe, por tanto, un importante componente psíquico en la cinetosis que unas veces actúa negativamente propiciando el mareo y en otras, positivamente facilitando su prevención. Si ya vamos sugestionados pensando que nos podemos marear, es muy probable que nos ocurra, pero si creemos que hemos tomado las precauciones necesarias, no tiene porqué suceder nada desagradable. Lo que sí es cierto es que, si intentamos cumplir una serie de protocolos antimareo y ponemos en práctica todas las recomendaciones, es muy posible que no nos mareemos. Por eso, cuando una persona se empieza a notar mal, nunca conviene hablarle de ello, ni tan siquiera recordárselo para evitar que la víctima entre en una espiral de autosugestión.

¿Cómo podemos prevenir la cinetosis?

Es muy importante tener en cuenta que el permanecer en el interior del camaroteno resulta nada recomendable, salvo que se esté durmiendo, en cuyo caso no percibiremos nada de esto. En las primeras horas no conviene estar nunca en el interior. Luego, una vez que el organismo se va a acostumbrando, se experimenta una especie de adaptación a la situación y se van cogiendo lo que algunos marinos llaman ‘piernas de mar‘, que no es otra cosa que un acostumbramiento del organismo a la situación de movimiento y aceleraciónque experimentamos para poder mantener el sentido del equilibrio. Este acomodamiento automático es también el responsable del llamado ‘mal del desembarco‘ que -a veces- experimentamos cuando nos bajemos del barco a tierra.


En algunas ocasiones y, después de una larga travesía, llegamos a percibir una sensación un tanto extraña, como si el entorno continuase en movimiento. Parece como si estuviéramos todavía subidos al barco navegando. Qué no cunda el pánico: esto es algo normal y, aunque resulte un tanto desagradable, no tardaremos en volvernos a equilibrar sin mayor problema. De cualquier modo, podemos prevenir el mareo con una serie de acciones a poner en práctica antes y durante la travesía:

Prevención antes la travesía

  1. Conviene dormir bien y descansar. Tanto el cansancio como el agotamiento facilitan enormemente el riesgo de cinetosis.
  2. No embarcar con el estómago vacío. Es recomendable desayunar bien, evitando estimulantes como el café o el té que actuan sobre el sistema nervioso central.
  3. No consumir alcohol, ni mucho menos embarcar en estado de embriaguez por ligera que ésta sea.
  4. Se puede recurrir a los medicamentos anticinetósicos como la Biodramina® o similar, pero hay que tener en cuenta que nos puede inducir algo de somnolencia.

Prevención durante la travesía

  1. No bajes al camarote cuando salgas a alta mar, sobre todo durante los primeros
    momentos de la travesía. Es ahí donde se puede desencadenar todo. Quédate mejor en la cubiertadel barco. El aire puro y el viento son un buen método preventivo. Permanece fuera y procura estar entretenido.
  2. Marearse no quiere decir que tenga necesariamente sobrevenir el vómito. Busca un punto donde más estable se encuentre el barco. La proa no es el más recomendable pues recibe mucha más aceleración vertical. El mejor lugar es a popa, en la linea de crujía y en un lugar poco elevado, mirando hacia delante para mantener el contacto visual con un punto distante fijo del entorno, mejor el horizonte o un punto de tierra.
  3. Evita estímulos fuertes como los olores del tabaco o el gasoil quemado. Navegado a vela este problema está resuelto pero si hemos de encender el motor en algún momento hay que tenerlo en cuenta. Estar en la zona del barco donde se fuma no es nada recomendable. Si ves que alguien se marea no fumes a su lado, le causarás un sufrimiento mayor.
  4. Una tarea que requiera concentración mentalpuede hacer que nos olvidemos del mareo y éste desaparezca. Si eres el patrón y percibes que un tripulante tiene riesgo de mareo o ya se ha empezado a marear, lo mejor es que le asignes alguna tarea. El ‘hacer faena‘ es una buena distracción preventiva del mareo. Si no estamos de humor para hablar podemos estar entretenidos con alguna labor abordo. Déjale que lleve un poco la caña o la rueda del timón, o pídele que se haga cargo de los carros de escota de mayor, génova o spinnaker. Esto funciona muy bien para combatir el mareo.

Qué hacer si alguien ya sufre de cinetosis

Cuando sobreviene la cinetosis no siempre la situación tiene por qué acabar en vómito ni en malestar permanente. Si ya se perciben síntomas de mareo hay una serie de cosas que se pueden poner en práctica para conseguir mitigarlo e incluso hacer que desaparezca.

  1. Si notamos el primer síntoma, un buen lugar evitar que vaya a más es permanecer en la linea de crujía. Buscaremos el lugar más estable y si estamos en la bañerade un velero, el mejor sitio es ante el tambucho de bajada al camarote, justo delante de la escalera. Puedes hacerlo sentado o bien colocándote de pie sobre los escalones de bajada, de forma que puedas ir con la vista hacia proa mirando al horizonte. Halzo de una forma que sea segura para poder agarrarte y evitar también que la botavara te pueda golpear en la cabeza en la virada o al trasluchar.
  2. Trata de aflojar los hombros y el cuello. No te tenses. Una de las sensaciones que primero se perciben es rigidez postural en el cuello, sobre todo en la zona cervical.Esto ocurre porque el cuello se afana en buscar el punto de equilibrio como si tuviese un cardan biológico. Se mueve constantemente para contrarrestar los movimientos del barco y acomodarse a ellos con la consiguiente carga muscular y agujetas al día siguiente
  3. Si has de comer o beber no hay problema. Mejor que no tengas el estómago vacío, pero hazlo comiendo poco a poco o bebiendo en pequeños sorbos. Evita las bebidas excitantes y los condimentos fuertes. Lo ideal es la fruta o un sandwich. Lo más recomendable es siempre el bocadillo de jamón.
  4.  Si detectas que una persona se marea, no le hables. Si ocurre van pasar dos cosas: que sea ella misma quien te lo diga o que no se atreva. Si lo hace o te lo comenta, dile que no pasa nada y ya te habías dado cuenta. En todo caso evita una conversaciónsobre el tema mareo o vomito, e incluso mejor aún: evita hablarle. No le hables ni le preguntes nada: déjale tranquilo. Si necesita algo te lo hará saber.
  5. Si ya se ha mareado y siente náuseas, facilítale que se pueda recostar en posición decúbito supino (boca arriba) en una banda de la bañera y ponle un chaleco a modo de almohada bajo la cabeza. Si puede cerrar los ojos y dormir, esto será mucho mejor porque le va a aliviar bastante el sufrimiento.
  6. Si se produce el vómito ten en cuenta que tienes un tripulante fuera de combate y tiene inhibido el sistema simpático y parasimpático. No puede hacer nada, ni defenderse, no tiene capacidad de huída y se encuentra a merced de las circunstancias. Ayuda a esa persona procurando ahora no marearte tú lo primero de todo. Si va a vomitar y tiene aparatos de ortodoncia o prótesis removible, mejor que se los quite y los guarde, de lo contrario pueden caérsele al mar. Mejor que vomitar por la borda acércale el cubo, pero si se va a encaramar por la borda, ponle a sotavento y ayúdale a sujetarse bien o colócale el arnés conectado a la linea de vida.

7. Recuerda siempre que si vemos que alguien está afectado, podemos y debemos mejorar su confort.  Recuerda que quien se marea suele tender a culpabilizarse de lo que le está ocurriendo, con lo que se siente aún mucho peor. Ahora necesita calma, ofrécele tu apoyo y alguna palabra de aliento. Dirígete a la persona siempre de forma solidaria y con algún comentario tranquilizador.  Tenderá a hablar poco para evitar el vómito y usará más bien el lenguaje gestual. En cuanto puedas, facilítale un poco de agua porque sentirá sed y sensación de quemazón en la garganta. Recuerda que debe beber sólo en pequeños sorbos hasta ir tolerando el líquido.

La mayoría de los cuadros de cinetosis carecen de toda gravedad por lo que no debemos preocuparnos. A veces el mal de mar pasa tras el primer y único vómito, pero en otros casos se produce una náusea periódica, vomitando a ciertos intervalos de tiempo. Esta situación puede prolongarse durante horas a lo largo de la travesía dejando la ‘víctima’ exhausta. Si le facilitamos al afectado un lugar para que pueda tumbarse, lejos de estímulos fuertes como olor a tabaco, gasoil o ruidos, le ayudaremos a pasar el mal trago y reponerse lo antes posible. No le tortures: no fumes a su lado.

Sólo si los síntomas aumentan progresivamente es cuando debemos consultar con un médico o enfermero, sobre todo si se prolongan en el tiempo o duran más de un día, ya que se complican con otros problemas clínicos como el riesgo de deshidratación por los vómitos. Lo normal es que la cinetosis desaparezca y el cuerpo se acostumbre, con una mejoría durante la travesía o tras haber bajado a tierra, momento en que la mayoría de los mareados comienzan a ir recuperándose.

En todo caso, recuerda a quien se maree que esto no tiene porqué volverle a suceder necesariamente la próxima vez que embarque. Ocurre a veces por razón de un cúmulo de circunstancias que la próxima vez no tienen porque volverse a repetir.

Fuente Velerovittorio