Arraquión, el campeón olímpico que ganó su último combate después de muerto

Luchadores de Pancracio, cuadro de Tom Lovell

El pancracio fue uno de los deportes más populares de la antigua Grecia, un tipo de combate que combinaba boxeo con lucha libre y otras técnicas como la estrangulación o las zancadillas. En realidad, más o menos, todo estaba permitido salvo morder y meter los dedos en los ojos del contrario.

Era uno de los platos fuertes de los Juegos Olímpicos, con combates que podían durar horas, ya que solo terminaban cuando uno de los luchadores se rendía, lo que indicaba levantando un dedo.

 

 

 

Uno de los pancracistas más famosos fue Arraquión, atleta originario de Figalia, una ciudad del suroeste de Arcadia. Había quedado campeón en la 52 y la 53 Olimpíada en los años 572 y 568 a.C. respectivamente. En la 54, en el año 564 a.C., disputó el combate final igualmente, defendiendo su título, contra un oponente del que no ha quedado registrado el nombre.

En un momento dado éste logra ganar la espalda de Arraquión e inicia una llave de estrangulamiento rodeándole el cuello. A punto de ser vencido Arraquión oye como su entrenador le arenga gritando ¡que noble epitafio, nunca fue vencido en Olimpia!.

Luchadores de Pancracio en una vasija griega / foto Metropolitan Museum of Art en Wikimedia Commons

Finalmente logra voltear al contrario, con una patada en su pierna derecha al mismo tiempo que lanza su cuerpo hacia la izquierda, retorciéndole el pie y rompiéndole uno de los dedos, infligiéndole tal dolor que éste levanta el dedo el señal de rendición. Pero durante esta maniobra de Arriquión el otro todavía mantiene su cuello estrangulado, que se rompe por el movimiento repentino. Arraquión cae muerto al instante. Así lo cuenta Pausanias en su Descripción de Grecia (VIII, XL-12):

En efecto, después de vencer a todos sus oponentes, con la excepción de uno que le disputaban la corona de olivo, que le agarró con sus piernas y al mismo tiempo apretaba su cuello para estrangularlo. Arraquión en este estado no sabía que hacer, algo más que aplastar los dedos de un pie de su oponente, que sintíó tan gran dolor, que rindiose y dió la victoria a Arraquión, pero este estrangulado dió su último aliento. Los de Elis votaron a favor de Arraquión y muerto como estaba fue coronado el ganador.

Como el contrario había levantado el dedo en señal de rendición, los jueces consideraron que el resto del combate a partir de ese momento ya no era válido, y por tanto Arraquión era el vencedor. De ese modo su cadáver fue coronado con el laurel de los ganadores y se convirtió en el más mítico de todos los luchadores de pancracio de la Antigüedad.

Filostrato de Lemnos, describiendo una pintura del combate, lo cuenta de esta forma en el libro segundo de sus Imágenes:

En consecuencia, el antagonista de Arraquión, habiéndolo ya asegurado en el medio, pensó matarlo; Ya había enroscado su antebrazo sobre la garganta del otro para apagar la respiración, mientras, presionando sus piernas en las ingles y enrollando sus pies uno dentro de cada rodilla de su adversario, impidió la resistencia de Arraquión asfixiándolo hasta que el sueño de la muerte así inducido empezó a deslizarse sobre sus sentidos. Pero al relajar la tensión de sus piernas no pudo evitar la llave de Arraquión; ya que éste retrocedió con la planta de su pie derecho (como resultado de lo cual su lado derecho estaba en peligro, ya que su rodilla colgaba sin apoyo), luego con su ingle mantiene a su adversario apretado hasta que ya no puede resistir y, arrojando su peso hacia la izquierda mientras él engancha el pie de este último firmemente dentro de su propia rodilla, por este empuje exterior violento arranca el tobillo de su zócalo.

Estatua de Arraquión en el Museo de Olimpia / foto Dan Diffendale en Flickr

También cuenta Pausanias que en el ágora de Figalia pudo ver una estatua de Arraquión:

Es una estatua de mármol antiguo, así parece especialmente por su actitud, y que los pies están casi juntos y las manos colgando al lado de los muslos. Dicen que está escrito en la parte inferior, pero está totalmente borrada por el tiempo. Arraquión fue coronado dos veces en la 52ª y 53ª Olimpiada, pero la siguiente victoria fue memorable, tanto por la decisión de los jueces como por su valor.

Esa estatua se exhibe hoy día en el museo de Olimpia y está considerada como una de las más antiguas de todas las esculturas olímpicas. Arraquión por su parte representa el ideal atlético de victoria o muerte.

Fuentes: Strange Fire (Barry R. Harker) / Descripción de Grecia (Pausanias) / Ancient Olympics / Wikipedia/LBV.