El abandono de dos reactores en construcción en Estados Unidos pone en cuestión el futuro de la energía nuclear

El rechazo a continuar con la construcción de dos reactores en Carolina del Sur, en Estados Unidos, ha vuelto a poner la continuidad de la energía nuclear en cuestión. Aunque las posiciones están muy enfrentadas alrededor del mundo, lo sucedido al otro lado del Atlántico es un indicador de que el renacimiento de la nuclear que se predijo años atrás ha sido un espejismo. Seguir leyendo El abandono de dos reactores en construcción en Estados Unidos pone en cuestión el futuro de la energía nuclear

Helépolis, la descomunal torre de asedio cuyos restos sirvieron para construir el Coloso de Rodas

 

Medía aproximadamente 45 metros de altura por 18 de ancho, pesando 160 toneladas y desplazándose sobre 8 ruedas de 3 metros y medio de diámetro con llantas forradas de hierro y que podían girar para cambiar de dirección

 

A la muerte de Alejandro Magno, sus fabulosos dominios se repartieron entre los generales del ejército, entre los que hubo sus más y sus menos por conseguir la mayor porción del pastel. Al final, el ganador en ese reparto -con permiso de Ptolomeo, que se quedó con el rico Egipto- fue Antígono I Monóftalmos, que ya había servido antes a Filipo II y tras vencer uno por uno a sus rivales logró ser el diádoco de Macedonia, haciéndose con la mayor parte del imperio y con el tesoro real. A Antígono, que murió en batalla contra los demás diádocos, le sucedió su hijo Demetrio, que ha pasado a la Historia por el sobrenombre de Poliorcetes, es decir, el Asediador de ciudades. La razón para el mote es obvia pero resulta paradójico que se estrellara contra las defensas de la más importante, Rodas, donde hay que resaltar una curiosa anécdota que tuvo repercusión en la ingeniería militar de los siglos siguientes y en el arte. Seguir leyendo Helépolis, la descomunal torre de asedio cuyos restos sirvieron para construir el Coloso de Rodas

El testamento de la reina Isabel la Católica

La reina Isabel la Católica
Isabel I de Castilla

Isabel de Trastámara nació en la villa abulense de Madrigal de las Altas Torres el 22 de abril de 1451, Jueves Santo. Su padre fue Juan II de Castilla, que casó dos veces: la primera con doña María, la hija de Fernando de Aragón, que le dio un niño, Enrique IV, que llegaría a ser rey de Castilla; la segunda boda tuvo lugar con doña Isabel de Portugal, quien alumbró a Isabel y dos años después a su hermano Alfonso. Isabel comenzó a experimentar una profunda fe religiosa a muy temprana edad. Los inicios de la misma los debió a su abuela, doña Isabel de Barcelos; la posterior evolución estuvo vinculada al franciscano fray Lorenzo. Seguir leyendo El testamento de la reina Isabel la Católica