Un nuevo estudio del Royal Botanic Gardens Kew de Londres afirma que las setas son capaces de acelerar la descomposición de los residuos plásticos.
El hongo aspergillus tubingensis se presentó en el informe State of the World’s Fungi 2018, que también documentó que los hongos son recomendables para producir materiales de construcción sostenibles y capaces de eliminar los contaminantes del suelo y las aguas residuales. Mientras que el plástico generalmente tarda años en degradarse, el hongo, que se descubrió por primera vez creciendo en un vertedero pakistaní en 2017, podría hacer posible descomponer los plásticos en semanas.
El informe de 2018 es el primer lanzamiento de este tipo, que marca su debut con el descubrimiento monumental de que los hongos podrían proporcionar una solución a la creciente crisis de los residuos plásticos. La preocupación global ha estimulado la investigación y la innovación en la industria y la tecnología, pero los botánicos del Reino Unido dicen que la naturaleza ya podría haber dado con la solución al armarse con una defensa biológica contra la plaga plástica con la que está abrumada.
Ya que sus propiedades ayudan a acelerar el deterioro de las moléculas de plástico, el informe anuncia que el aspergillus tubingensis “tiene potencial para convertirse en una de las herramientas que se necesitan desesperadamente para abordar el creciente problema medioambiental de los residuos plásticos“.
Según los científicos, el hongo tiene la capacidad de crecer directamente en la superficie de los plásticos, donde rompe los enlaces químicos entre las moléculas plásticas. Armado con una enzima única, el aspergillus tubingensis es uno de los hongos más interesantes presentados en el trabajo de investigación del equipo.
El informe también confirmó que las variedades de hongos pleurotus ostreatus y trametes versicolor tienen un efecto beneficioso para el suelo y las aguas residuales, ya que eliminan por ejemplo pesticidas tóxicos. La especie trichoderma ha sido identificada como un acelerador para la producción de biocombustibles a través de convertir residuos agrícolas en etanol.
El micelio fúngico también se destaca, especialmente para diseñadores y arquitectos interesados en encontrar sustitutos sostenibles para la espuma de poliestireno, el cuero y varios materiales de construcción.
Tom Prescott, investigador principal de Kew Gardens, afirmó: “El informe sobre el estado de los hongos en el mundo ha revelado lo poco que sabemos y el enorme potencial de los hongos en áreas tan diversas como los biocombustibles, los productos farmacéuticos y los nuevos materiales“.
El informe “El estado de los hongos en el mundo” documenta más de 2.000 nuevas especies encontradas en 2017, identificando características útiles tanto para fines naturales como industriales y citando los obstáculos que encuentran como resultado del cambio climático.
Más de 100 científicos de 18 países colaboraron en el estudio y catalogaron los nuevos hongos para el “fungarium” de Kew Gardens, que alberga más de 1,25 millones de especímenes secos de hongos de todo el planeta.
Más información: State of the World’s Fungi 2018
Vía: Dezeen
Fuente Ecoinventos