Un hallazgo que podría salvar a las especies más amenazadas del planeta

Apareamiento

Unos investigadores de la Universidad de Lund demuestran que el emparejamiento selectivo rompe la barrera sexual entre las especies y no las preserva, sino que más bien promueve su extinción

¿Por qué unos individuos se emparejan con otros? ¿Hay un mecanismo oculto o todo se debe al azar? El emparejamiento selectivo es una tendencia según la cual unos individuos se emparejan con otros porque tienen unas características parecidas: altura, edad, inteligencia, personalidad e incluso clase social.

Este mecanismo de apareamiento existe en la naturaleza. El desarrollo evolutivo de las diferentes Especies de Insectos se ha explicado tradicionalmente mediante esta teoría del emparejamiento selectivo: el insecto hembra escoge al insecto macho en función de su tamaño y otros rasgos. Esto explica por qué se mantiene el aislamiento entre las diferentes especies.

Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Lund (Suecia) demuestra lo contrario: el emparejamiento selectivo rompe la barrera sexual entre las especies y no las preserva, sino que más bien promueve su extinción. El estudio, que saldrá publicado en la edición de julio de Evolution, podría ser importante para la conservación de la naturaleza y para la preservación de las especies alrededor del mundo.

Los investigadores han estudiado cientos de insectos en sus hábitats situados al sur de Suecia. Han observado sus características morfológicas, como el tamaño y la forma, y sus conductas de apareamiento. Por ejemplo dos especies de caballitos del diablo o damiselas estrechamente relacionadas: la pequeña libélula azul (Calopteryx splendens) y una más grande conocida como bella dama (Calopteryx virgo).

Los investigadores han estudiado cientos de insectos en sus hábitats situados al sur de Suecia

Los resultados demuestran que, dentro de cada especie, las hembras grandes se aparean con los machos grandes. Hasta ahí todo bien y eso es precisamente lo que afirma la teoría del emparejamiento selectivo. Sin embargo, y aquí está la novedad, algunos machos de la pequeña especie Calopteryx splendens escogen aparearse con las hembras de la especie más grande Calopteryx virgo. El poder de la atracción funciona en esta dirección y no en otra, esto es: los machos de las especies más grandes no se sienten atraídos por las hembras de las especies pequeñas, pero sí que hay machos de las especies pequeñas que buscan aparearse con las hembras de las especies más grandes.

El tamaño de las hembras refleja su capacidad reproductiva, según Erik Svensson, biólogo evolutivo de la Universidad de Lund. Esto explica por qué los machos de las especies pequeñas se sienten atraídos por las hembras de las especies más grandes, pues las hembras grandes tienen una fecundidad alta y son más capaces de reproducirse. Probablemente también tienen una tasa de supervivencia más alta que las hembras pequeñas. Cuando dos especies similares se encuentran, los machos que compiten por las hembras pueden debilitar una especie o promover su extinción en caso de que los machos pequeños se sientan atraídos por las hembras grandes. «De momento es una investigación básica, pero en unos diez o veinte años puede que los ecologistas empiecen a considerar estos aspectos cuando intenten reintroducir o conservar especies amenazadas«, dice Svensson.

Fuente:National Geographic