Rockall, el islote disputado por Reino Unido, Irlanda, Islandia e Islas Feroe

Este diminuto peñón rocoso situado en el Atlántico Norte está ubicado sobre una cuenca sedimentaria de la corteza oceánica, bajo la que existen reservas de petroleo y minerales.

Su anchura máxima es de apenas 27 metros y sobresale del mar 23 metros en altura, con una superficie total de 570 metros cuadrados. Se encuentra a 430 kilómetros al noroeste de Irlanda, 460 kilómetros al Oeste de Gran Bretaña y 700 kilómetros al sur de Islandia.

Por sus características la roca es completamente inhabitable, pero ante el temor de que pudiera se utilizada por espías soviéticos, el Reino Unido desplazó al lugar a cuatro royal marines el 18 de septiembre de 1955 a bordo de un helicóptero, quienes hicieron oficial la anexión de la isla, izando la bandera británica y colocando una placa con la siguiente inscripción:

Por la autoridad de Su Majestad la Reina Isabel II, reina por la Gracia de Dios del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de sus otros reinos y territorios, jefa de la Commonwealth, Defensora de la Fe, y de acuerdo con las instrucciones de Su Majestad fechadas el 14 de septiembre de 1955, se efectuó un desembarco este día en esta isla de Rockall desde el HMS Vidal. La bandera de la Unión fue izada y fue tomada posesión de la isla en nombre de Su Majestad.

Tres días más tarde el Almirantazgo británico anunciaba al mundo la singular anexión. No tardaron en llegar las protestas desde Irlanda, Islandia e Islas Feroe, que reclamaban para sí la soberanía sobre el peñón.

Situación de Rockall / foto Dominio público en Wikimedia Commons

La razón principal de la operación era que Reino Unido estaba a punto de probar el recién adquirido sistema de misiles nucleares guiados norteamericano, y las pruebas se harían en esa parte del Atlántico. Si los soviéticos desplazaban allí un contingente podían espiar fácilmente y recabar datos acerca del sistema. Si no hubiera sido por eso nadie se hubiera preocupado de Rockall, por lo menos hasta años más tarde, cuando estudios geólogicos encontraron potenciales reservas de petroleo en las inmediaciones.

No obstante, y a pesar de que ni Irlanda ni Islandia ni las Islas Feroe reconocen la soberanía británica sobre la roca, tampoco han formulado nunca ninguna petición ni protesta al respecto, limitándose a ignorar el asunto oficialmente.

Izando la bandera en 1955 / foto Dominio público en Wikimedia Commons

De hecho los acuerdos firmados entre Irlanda y Reino Unido sobre sus zonas económicas exclusivas pasan el islote por alto, como algo irrelevante, sobre todo porque al estar considerado habitable, tampoco puede tener una zona económica exclusiva.

Eso sí, de vez en cuando navíos militares irlandeses patrullan la zona. En ese sentido en octubre de 2012 el diario irlandés Independent publicó una fotografía del patrullero Róisin junto a la isla, afirmando que simplemente estaba ejerciendo derechos soberanos de Irlanda en el lugar.

El buque irlandés Róisin patrullando en Rockall / foto Irish Defence Forces en Flickr

Los británicos tampoco se tomaron muy en serio el asunto, y ya en 1955 el desembarco fue objeto de chanzas y burlas en la prensa inglesa (algo parecido a lo que le ocurriría a España con el islote Perejil), y se vió como el epíteto más o menos ridículo del fin del imperio británico.

Rockall es famoso por ser el lugar donde se ha medido la ola más alta de la historia. Ocurrió el 8 de febrero de 2000, cuando el barco oceanográfico RSS Discovery registró una ola de 29,1 metros en medio de una tempestad con vientos de fuerza 9 y olas de 18 metros de altura de media.

Royal Marines haciendo guardia en el pequeño faro / foto Secret Scotland

En 1972 se instaló en lo alto un pequeño faro, apenas una baliza, en lo alto de la roca. La existencia del faro posibilitó la incorporación del lugar al condado de Inverness ese mismo año, reforzando las pretensiones británicas sobre el fondo marino de la zona. Y en 1975 se descubrió allí un nuevo mineral, denominado Bazirita.

Por si quedaban dudas acerca de la soberanía, el ex miembro del SAS Tom McClean permaneció en la isla desde el 26 de mayo hasta el 4 de julio de 1985. Y en 1997 Greenpeace la ocupó durante un breve período de tiempo, para protestar contra la explotación petrolífera, algo que fue ampliamente ignorado por el gobierno británico. Lo que sí parece es que se llevaron la placa colocada en 1955.

El record de permanencia en la isla lo posee el explorador Nick Hancock, que pasí allí 45 días en solitario, teniendo que desistir de su intento por alcanzar los 60 días tras perder buena parte de sus provisiones a causa de una tormenta.

Desde 2007 el Reino Unido intenta extender su soberanía sobre el lugar hasta un área de 350 millas náuticas (564 kilómetros) en torno al islote.

Fuentes: The Guardian / Secret Scotland / The Irish Times / GrindTV / The Telegraph / Wikipedia/LBV