las vergüenzas de la España -80 años del tren de la muerte-¨ con vídeo¨

80 años del tren de la muerte

 hablamos  de una de esas terribles historias que ocurrieron en la fatídica Guerra Civil, la primera matanza colectiva ocurrida en ese conflicto

Santa Catalina es una de las Patronas de Jaén.

El monte y el castillo que culminan Jaén se llama Santa Catalina, por Santa Catalina de Alejandría.

La toma de Jaén por Fernando III el Santo se hizo ese día, y desde entonces tomó ese nombre, tan común y referente para cualquiera de Jaén.

La casualidad quiso que el día 12 de agosto de 1936 un tren lleno de presos y milicianos de Jaén, camino de Alcalá de Henares, fuera retenido en el apeadero anterior a Atocha, llamado Santa Catalina.

 

Los días 11 y 12 de este mes de agosto, se cumplen 80 años de la partida para Madrid de dos trenes repletos de sospechosos de algo, que debía ser grave.

El gobernador civil creía proteger, pero varios diputados socialistas quisieron eliminar a los presos sacándolos de la cárcel u otros centros clandestinos de detención, visto que el ambiente en Ubeda había ocasionado una matanza de presos en los calabozos esa ciudad. Estas autoridades organizaron, puede que sin quererlo, la primera matanza colectiva de la Guerra Civil en España, con una característica: convertida en espectáculo de masas, allá en Vallecas.

Dos fueron los trenes de presos. El primero el día 11, al llegar a Atocha una milicia quiso disponer de quemar allí mismo el tren con pasajeros dentro. El teniente de Carabineros Juan Porto Gallego se enfrentó a los piquetes que querían quemar el tren. Se puso en contacto con los responsables del Gobierno en materia de Gobernación y Seguridad Manuel Muñoz con quien llegó a un acuerdo: “sacar solo a 11 con pinta de intelectuales con gafas y fusilarlos en el Pozo del Tío Raimundo, dejando al tren seguir hasta Alcalá de Henares con el resto”.

 

Para la llegada del segundo tren el día 12 ya estaban mejor organizados, tres batallones de milicias una socialista y otra comunista con sus banderas rojas, otra anarquista con su bandera roja y negra. Al mando de estas milicias, militares profesionales que llevarán a cabo la dirección de la maniobra.

Desde muy temprano esperaron el tren que la mañana del 12 llegaría a Atocha desde Jaén. Lo desviarían en el apeadero anterior a Atocha, Santa Catalina, para llevarlo a una zona de obras en Vallecas. La Guardia Civil que custodiaba a los presos fue sustituida por Guardias de Asalto, los Guardias Civiles partieron en tren a Atocha, y al poco los guardias de Asalto al mando de un teniente que recibió órdenes concretas del gobierno con Pozas como ministro de Gobernación, abandona la custodia partiendo en coches para Madrid.

En este momento se materializa la primera obra teatralizada de una ejecución masiva de inocentes, con acomodadores, tramollistas, y algo más de un millar de espectadores, sin poder precisarse el número al no haber previsto el control de las entradas.

Bajo la autoridad del teniente coronel de Ingenieros Lacalle, sin poder precisar si también estuviese presente en el desenlace, los presos pasaron a manos del Batallón Libertario que a pie vías, y sobre los merlones, los taludes de la trinchera del ferrocarril se escenificó como espectáculo de más as la ejecución de unos doscientos presos no juzgados.

La Guardia Civil, ausente en los últimos momento de “esta gesta”, recibió apoyos de los Carbineros y GuardiasdeAsanto; y cumpliendo órdenes se fue del lugar, sin estar presente cuando se ejecuta la infamia.

Este hecho internacionalmente fue conocido y provocó el rechazo hacia la causa del gobierno de Madrid al existir evidencias de actuar contra derecho, al no respetar los más elementales derechos humanos, con sus consecuencias diplomáticas.

Para la Historiagrafía de la guerra ha pasado esta tragedia, como cubierta por una gran capa de silencio, por el despropósito de infames conductas que tanto a nivel nacional, como local, se representan.

Una muralla ciclópea de Silencio cubre ese episodio que nada tiene que ver con una guerra civil, sino con la Historia Universal de la Infamia. Algo que aún ahoga el ambiente de Jaén; que tras 80 años, el subconsciente social de Jaén al no haber abordado este asunto, hacen de la vida política un punto irrespirable

fuentes varias