LA US NAVY DESCARTA CIBERATAQUE EN EL ABORDAJE DEL «JOHN S. McCAIN»

La US Navy descarta que un ciberataque provocara la colisión del USS John S. McCain – Una investigación de la Marina norteameriana no ha hallado evidencia que respalde la idea de que el USS John S. McCain (DDG-56) fuera víctima de un ataque cibernético, lo que hace más probable que el fallo mecánico o un error de la tripulación sea la causa de la colisión entre el destructor y el buque quimiquero el día 21 de agosto

 

 

Mediante la llamada ´Operación Orion Hammer´, la US Navy ha desarrollado una investigación en relación a posibles interferencias cibernéticas. La investigación no ha descubierto ningún indicio de que un ataque cibernético afectara a los sistemas de control del buque justo antes del accidente, confirmaron tres oficiales de la Marina. Según informes emitidos a los que ha podido tener acceso diariodenautica.com, el McCain perdió el gobierno momentos antes de la colisión con el cisterna Alnic MC en un dispositivo de separación de tráfico.

Desde un principio, la US Navy consideró como muy remota la posibilidad de un ataque cibernético en el caso de McCain, no obstante, se propuso que se abriera un expediente informativo con carácter urgente para descartar tal posibilidad y acotar la investigación de la colisión.

Este lunes, el jefe de operaciones navales, almirante John Richardson manifestó a los periodistas que un ataque cibernético es «ciertamente algo que estamos considerando, pero no tenemos ninguna indicación de que ese sea la causa del incidente. Pero estamos barajando todas las posibilidades, así que no dejaremos nada al azar. »

Por su parte, el comandante de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, el almirante Scott Swift, declaró que «No estamos descartando ninguna posibilidad por el momento y todo será revisado e investigado en detalle».

La US Navy no ha dado más detalles del contenido de la investigación sobre el supuesto ataque cibernético más allá de los comentarios de Swift y Richardson.

El mecanismo de gobierno de un destructor de la clase Arleigh Burke está situado en la popa y gira en torno a un par de servos en los que cada uno puede controlar los timones de la nave, en caso de que un motor caiga. El diseño de los controles de los motores tiene décadas y son en gran parte analógicos, con sistemas eléctricos redundantes que serían prácticamente imposibles de desactivar por medios cibernéticos, explican varios mecánicos veteranos de la US Navy.

Otros sistemas operativos de estos buques están preparados para resistir un ataque cibernético y si un sistema en particular se viera comprometido, existen varias copias de seguridad y cortafuegos para evitar que un sistema exterior tome el control.

Durante años, el Naval Sea Systems Command ha hecho hincapié en la llamada seguridad cibernética de sus sistemas de control y ha sido meticuloso en erradicar las maneras en que los sistemas de control mecánico podrían verse comprometidos por un software malicioso. En 2014 el Naval Sea Systems Command lanzó un conjunto de normas que harían más difícil comprometer los sistemas de un buque a través de una intrusión cibernética.

Lo que es el punto más tentador de la teoría del ataque cibernético es que técnicamente es posible, Bryan Clark, un analista naval en el Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias y ex ayudante del ex jefe de operaciones navales, almirante Jonathan Greenert, explicó a USNI News.

«Podría haber existido algún tipo de intrusión cibernética, pero parece poco probable que un solo ataque cibernético pudiera haber causado el accidente, teniendo en cuenta la existencia de los datos de los múltiples sensores y sistemas de combate disponibles para la tripulación».

«Además, el accidente acaeció al amanecer, por lo que la tripulación podría haber rastreado visualmente los barcos circundantes y sus movimientos, incluso si un ataque cibernético estaba en marcha».

También ha habido teorías que han defendido que los buques mercantes que chocaron con el McCain y el USS Fitzgerald (DDG-62) podría haber sido controlados y utilizados como ariete a través de un ataque cibernético.

En junio, más de 20 buques mercantes en el Mar Negro informaron que sus GPS los habían situado a más de 25 millas tierra adentro en lo que se cree ser una prueba de un sistema de guerra electrónica ruso que haría que una señal GPS comercial fuera poco fiable. Además, tanto Irán como Corea del Norte tienen largas trayectorias de manipulación de señales GPS.

Pero una vez más, hay que decir que, aunque todo es posible, la cadena de hechos fáctica necesaria para tomar el control de la navegación de un buque mercante – ya sea por piratería o falsificación de su sistema de autoguiado GPS – localizar un buque de guerra estadounidense y luego hacer que la tripulación permita que el buque sea embestido sería muy difícil de lograr.

Fuente Escuela Marítima Española