LA ESTAFA MAS FAMOSA Y ANTIGUA:


ARQUÍMEDES Y EL ROBO DEL JOYERO

ARQUIMEDES , robo de oro de la corona

A muchos les resultará familiar la historia de Arquímedes corriendo desnudo por las calles y gritando: ¡Eureka! Pero pocos saben que en realidad descubría falsificaciones. Arquímedes (287-212 a. C.) era un matemático e inventor griego que había nacido en Slracusa (Sicilia). Es famoso por un descubrimiento conocido como Principio de Arquímedes.

 

 

Hierón II, rey de Siracusa, había preguntado a Arquímedes si podía determinar si una corona que le habían hecho era de oro puro, como le habían dicho, o era un mezcla inferior de oro y plata. Pesarla no demostraría nada porque no había modo de saber cuánto pesaría la corona si fuera de oro macizo.

Según dice la leyenda un día Arquímedes estaba dándole vueltas a este problema mientras se encontraba en los baños públicos, que entonces era un modo muy popular de pasar el tiempo en Siracusa. Cuando bajaba por las escaleras hacia el baño, se dio cuenta de que su cuerpo hacía que el agua rebosara.

De repente, cayó en la cuenta de que si el oro era más denso que la plata, él podría probar la corona «de oro» metiéndola en un recipiente lleno de agua y midiendo la cantidad de agua que desplazaba. Si el mismo peso de oro macizo desplazaba más agua, entonces la corona era falsa.

Se dice que Arquímedes se emocionó tanto con este descubrimiento que olvidó vestirse y corrió desnudo por las calles hasta su casa, gritando «¡Eureka!» («¡Lo he encontrado!»).

Fuente Consultada:Fraudes, Estafas y Falsificaciones Brian Innes

CRIMINOLOGÍA: LA CIENCIA CONTRA EL CRIMEN
Los falsificadores, ladrones, criminales, etc. oponen frecuentemente a las acusaciones de la policía un sólido sistema de defensa, apoyado en coartadas perfectamente urdidas, que en muchas ocasiones parecen irrefutables. Para descubrir las posibles fallas de este entramado, y poder presentar hechos rigurosamente objetivos que hayan de ser utilizados judicialmente, existe una disciplina, denominada criminología, qus utiliza conjuntamente datos biológicos, químicos, físicos y matemáticos.

Un capítulo muy importante y muy conocido de esta ciencia es el dedicado al estudio y clasificación de las huellas dactilares. Como es sabido, las huellas dactilares de un individuo permanecen idénticas desde su formación en el período uterino hasta su muerte. Esta inmutabilidad ha sido confirmada con experimentos y es un hecho perfectamente establecido.

Las variedades que pueden adoptar los pliegues cutáneos que las forman son tan numerosas que es casi imposible que dos individuos presenten las mismas huellas. Éstas se clasifican con arreglo a los dibujos que presentan, a fin de facilitar su identificación. Del mismo modo, se encuentra actualmente muy desarrollada la técnica del “revelado” de las huellas atribuidas al presunto malhechor.

Otra técnica muy utilizada, y que oímos mencionar con frecuencia en los periódicos y en las películas, es la foto-robot. Como es bien conocido, la foto-robot consiste en una superposición de distintos rasgos tipo, con objeto de reconstruir un rostro definido. Aunque la eficacia de esta técnica descansa en la subjetividad del testigo ocular que trata de identificar el rostro que ha de reconstruirse, ha producido ya resultados suficientemente satisfactorios para que se siga trabajando en su sistematización.

Otro de los capítulos más importantes de esta ciencia es el dedicado al estudio de las estrías que todo proyectil presenta sobre su superficie, después de haber sido disparado. El cañón de un arma de fuego tiene ciertas irregularidades o imperfecciones que producen sobre el proyectil una serie de rayas y trazos, a través de los cuales puede determinarse con gran precisión la marca y el modelo del arma utilizada.

Una vez que se conocen éstos, es posible determinar por comparación el arma que ha disparado el proyectil en estudio. De esta forma, se puede decir que todo proyectil tiene su propia “huella dactilar”.

La criminología estudia también la detección de falsificaciones. Muchas y muy variadas técnicas físico-químicas ayudan al criminólogo en el cumplimiento de este cometido. Las áreas de un documento que han sido lavadas, con objeto de borrar las palabras que contienen, pueden detectarse fácilmente por medidas de absorción luminosa, ya sea visible, ultravioleta o infrarroja.

En algunos casos, estas áreas se detectan con medidas de conductividad eléctrica. La cromatografía interviene en el análisis de las tintas empleadas en sustituciones de palabras, pudíendo determinarse fácilmente la composición de éstas, e incluso la fecha aproximada de su utilización.

Actualmente, se encuentra en desarrollo un método de análisis por activación nuclear, que consiste en determinar cualitativa y cuantitativamente la presencia de pequeñísimas cantidades de ciertos elementos, exponiéndolos a las radiaciones emitidas por un ciclotrón o un reactor nuclear.

Estos elementos se trasforman en radioisótopos, los cuales presentan un espectro de desintegración muy característico, que puede utilizarse con propósitos de comparación o identificación. Parece que este método sirve para identificar automovilistas que se dan a la fuga, así como para determinar la persona que ha disparado una cierta pistola, usando como elementos de análisis pequeñísimos vestigios de antimonio y bario, que siempre quedan en la mano del que dispara.

Esto no es más que un leve esbozo de las posibilidades de la criminología, la cual pone al servicio de nuestra sociedad los progresos de la ciencia moderna.

Fuente Consultada:
Enciclopedia de la Ciencia y la Tecnología Fasc. N°41/historiaybiografias