Una figura fascinante, se trata de uno de los políticos del siglo XX más recordado por los estadounidenses. Un Presidente que vivió un vida llena de glamour y de intrigas, de luces y de sombras. John Fitzgerald Kennedy, quiso llevar a EE.UU., a la primacía del orden mundial, manteniendo un fuerte pulso con la Unión Soviética en la conquista del espacio. Los resultados nunca los pudo ver, todo se truncó en Dallas en el año 1963, cuando unos disparos acabaron con la vida del Presidente. Una muerte prematura, una vida fascinante, un personaje contradictorio, unas amistades un tanto atípicas, todo esto contribuyó a convertir a John F. Kennedy en un mito del siglo XX.

 

 

Patrick Kennedy, era un joven irlandés que cruzó el Atlántico, como otros tantos muchos europeos, en busca de las oportunidades que Estados Unidos ofrecía. Patrick se estableció en Bostón, consiguiendo formar una familia con Bridget Murphy, su novia de toda la vida. La pareja tuvo 5 hijos John, Mary, Johanna, Margaret y Patrick.

Tras una terrible epidemia de cólera que asoló la ciudad de Boston, la familia Kennedy se vio reducida, Patrick el patriarca y su hijo mayor John, murieron. La madre del clan, Bridget, adquirió un negocio de papelería y una mercería, donde Patrick, el hijo menor de la pareja y único hijo varón vivo, se hizo cargo del negocio familiar que comenzaba a prosperar, tras la papelería llegó una tienda de comestibles y licores.

Joseph Patrick trabajó como estibador en el puerto de Boston, con el fin de poder ahorrar dinero y conseguir montar su propio negocio, consiguiéndolo en 1880, con la compra de un saloon, fue poco a poco comprando nuevos negocios y así introduciéndose en la alta sociedad estadounidense, con tan solo 30 años ya era dueño de un negocio de importación de Whisky. Negocios en el sector del carbón y de la banca, hicieron de Patrick una persona influyente tanto económicamente como políticamente.

Joseph Patrick Kennedy, conocido más familiarmente como Joe, se casó con Rose, hija del que había sido alcalde de Boston, un rico especulador de bolsa que había amasado una fortuna con la administración de viviendas. Rose era una joven emprendedora y asidua a los actos de alta sociedad.

Joe era una persona muy astuta para los negocios, sabía donde invertir su dinero y dedicó parte de éste a financiar la campaña presidencial de Roosvelt, a cambio consiguió un permiso especial para vender licores “con fines terapeúticos”, durante la Ley Seca.

JOHN FITZGERALD KENNEDY | LA INFANCIA Y JUVENTUD

En este ambiente nace John Fitzgerald en Brookline  el 29 de mayo de 1917, John era el segundo hijo de 9, Joseph P. Kennedy, Jr., John F. Kennedy, Rosemary Kennedy, Kathleen Cavendish, marquesa de Hartington, Eunice Kennedy Shriver, Patricia Kennedy Lawford, Robert F. Kennedy, Jean Kennedy Smith, Edward Kennedy. Educado muy estrictamente, fomentando la competitividad y la disciplina.

Joe, el hermano mayor era todo lo contrario al pobre John, mientras que Joe era un chico fuerte, con don de gentes y facilidad de palabra, John era un chico enfermizo, debil, tímido, que pasaba largas temporadas hospitalizado. A John la política no le interesaba, era Joe el que estaba destinado a iniciar su carrera hacia la Casa Blanca.

Durante sus estudios tampoco destacó demasiado, al contrario que Joe. Sólo obtuvo buenas calificaciones en el último año de carrera en las materias de economía y ciencias políticas.

En 1932, el patriarca de la familia decidió probar suerte en la política, consiguiendo ser presidente de la comisión federal de la marina mercante, poco después fue nombrado embajador en Gran Bretaña. A partir de aquí, Joseph Patrick Kennedy, comenzó a viajar por Europa con sus dos hijos mayores, e incluso en algunas ocasiones representaban a su padre en los viajes que realizaban.

En un viaje en representación de su padre,que John, hizo a la Unión Soviética, fue cuando realmente se despertó sus interés por la política, hecho que coincide con sus mejoras en las calificaciones, finalizando su carrera en la universidad.

Comenzó a interesarse por los problemas que Europa estaba viviendo, problemas que más tardes desembocarían en la segunda guerra mundial.

En el año 1939, todo cambia para la familia Kennedy, la postura del embajador americano en Gran Bretaña no gustó nada a una Gran Bretaña que no era capaz de reaccionar ante lo que comenzaba a ocurrir en Europa, además de la falta de colaboración, obligaron Joseph Patrick Kennedy a abandonar la embajada.

JOHN FITZGERALD KENNEDY | LA SENGUNDA GUERRA MUNDIAL

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Joe, el hermano mayor Joe, se alistó donde se alistaban los héroes, en la aviación, mientras que John lo intentó en la Marina, llegando a comandante de una lancha de torpedos en el Pacífico.

Luchó contra los Japoneses, hasta que en 1943, un destructor japonés impactó contra la patrullera, partiéndola por la mitad y ocasionando la muerte de varios tripulantes. John, que era uno de los supervivientes, consiguió acercar hasta la costa a un soldado herido lo que le convirtió en héroe de guerra.

John que ya acarreaba una lesión importante en la espalda desde la infancia, vio como esta antigua lesión se había agravado, poco podía hacer con esta maltrecha salud, su carrera política no tenía ningún futuro.

En 1944, una nueva tragedia sacude a la familia, Joe el hermano mayor, muere en un accidente en combate, mientras intentaba destruir unas bases alemanas donde se construían las temibles V-1 y V-2. El puesto familiar para la carrera política había quedado vacante, Joe el preferido y el gran dotado para la política había fallecido y John era el llamado a conquistar la Presidencia de los Estados Unidos.

JOHN FITZGERALD KENNEDY | LA CARRERA POLÍTICA

John tuvo que superar su timidez y aprender a sonreír a los periodistas y curiosos, estrechar manos y conceder esporádicamente frases ingeniosas que dieran que hablar a la prensa. Pronto el partido Demócrata vio en él a un líder, por sus ojos tristes y su aspecto aniñado, siendo tan joven y con un estela de héroe de la Segunda Guerra Mundial.

En 1946, John F. Kennedy consiguió convertirse en diputado por el partido Democrático de Boston, algo que no hubiera conseguido sin el consejo familiar y su apoyo económico. John consiguió mantener su escaño en las dos siguiente elecciones.

John F. se hizo rápidamente con un lugar importante en la escena política, a pesar de que su acción legislativa no fue nada importante. Presentó distintos proyectos de corte social que fueron rechazados, apoyó la ayuda internacional para los países que fueron ocupados durante la guerra, préstamos a Gran Bretaña, Grecia, El Plan Marshall, etc. 

Criticó la política norteamericana respecto a China, así como mostró su faceta anticomunista, un discurso que más tarde otros emplearían como Joseph McCarthy.

En 1952, se presentó a senador por el estado de Massachusetts, siempre apoyado por su familia, el objetivo era disputar el puesto a Cabo Lodge, quien ostentaba el cargo desde 1935. La batalla fue más teleproducida que política, Kennedy invadía todos los hogares del estado. “El café en la casa de los Kennedy”, era un programa de televisión que servía para ver como vivía la familia Kennedy, la unidad familiar del clan, la elegancia, el saber estar, los Kennedy ya estaban en todos lo hogares, con una popularidad impresionante y un estilo de vida que era el sueño americano. Actos de beneficiencia, unidad familiar, paz hogareña, todo vendía y  todo sumaba para la fulgurante carrera del joven John.

Banquetes donde las grandes figuras de la economía, la empresa, la sociedad, se reunían para debatir los problemas del país y sus posibles soluciones. Fue en una de esas fiestas donde John conoció a una bonita periodista llamada Jacqueline Lee Bouvier. Una mujer que combinaba perfectamente la belleza y la inteligencia, culta, dominaba varios idiomas, el aroma francés de elegancia que destilaba y también como no, la dota de un padre famoso financiero neoyorquino, hizo que John se enamorara perdidamente.

El 12 de septiembre de 1953, la pareja se caso, a partir de este momento Jackie se convertiría en el mejor aliado de su marido y pieza clave para el futuro presidente. Pero un nuevo revés en 1954, le obligó a alejarse de nuevo de la vida política, su dolencia en la espalda se agravó, viéndose obligado a utilizar muletas, algo que intentaba ocultar para no dar ventajas a sus adversarios políticos.

En 1955, se sometió a una nueva operación, tras la cual volvió a la carrera política, dispuesto más que nunca a presentar su candidatura a la vicepresidencia del Partido Demócrata, tras una dura campaña, John se vio derrotado.

Tras la victoria de Eisenhower, el partido demócrata, vio que era el momento de lanzar a Kennedy como candidato idóneo, pero no para el senado, si no a la presidencia de la nación.  En 1960, toda la familia se puso en marcha, intensificando su actividad, con el fin de encumbrar a John a las mejores posiciones. Pero Kennedy había sido capaz de codearse con personas muy influyentes y de rodearse de los consejeros y colaboradores más eficaces que había podido recuperar de su época universitaria.

Su campaña electoral se baso en la idea fundamental de una nueva época para América, la América de la Nueva Frontera, donde tenía que aflorar el sentimiento de los primeros pobladores, un sentimiento de patria, de oportunidades, esperanzas de renovación para un país un tanto envejecido por las antiguas políticas de Roosvelt.

Se trataba de un hombre joven que insuflaba en la sociedad un aire nuevo, renovador e innovador. Su imagen, junto a la de una jovencísima Jackie, recorrieron todo el mundo. Una imagen familiar. el matrimonio, la pequeña Caroline y un eslogan que rezaba “Kennedy está en el cambio”, todo esto movió a una sociedad con ganas de cambio, dándole una gran ventaja en las elecciones primarias, consiguiendo el 8 de noviembre la victoria sobre el candidato Nixon. John F. Kennedy consiguió la presidencia.

Fuente Sobrehistoria