EL REAL DE A OCHO, LA MONEDA ESPAÑOLA QUE DOMINÓ EL MUNDO

Se acuñaba en las minas de nuestro Imperio desde finales del siglo XV y se reacuñaba en remotas áreas del mundo como China, Sudán, Ceilán o Zanzíbar. Fue la primera moneda de curso mundial de la historia y llevó nuestra “cara” y nuestra “cruz”, nuestras Columnas de Hércules y a nuestros Reyes, a los confines más alejados del planeta, pero hoy desgraciadamente pocos españoles conocen esta historia.

 

 

Se llamaba Real de a Ocho, equivalía a 8 pesos españoles y su uso comenzó tras la reforma monetaria que llevaron a cabo los Reyes Católicos tras el Descubrimiento de América. También se la conocía como “Peso duro”, denominación que dio lugar al “duro” que los españoles conocimos después con nuestra siguiente moneda: la Peseta.

Real de aOcho, con resello de Sudán

Real de aOcho, con resello de Sudán

Cuando nació el Real de a Ocho, España vivía tiempos de gloria. Nuestras minas americanas de México y Potosí producían ingentes cantidades de plata de excelente calidad y pureza, nuestras posesiones se ampliaban cada vez más y nuestro intercambio monetario se hizo necesariamente potente entre todos nuestros dominios y, a su vez, con todos los mercados con los que se operaba desde los mismos. Así, desde México partían nuestros “Galeones de Manila” cargados de monedas de plata con destino a Filipinas (desde donde a su vez comerciábamos con el mercado chino, que adoraba nuestra plata por su pureza en un tiempo en el que China solo aceptaba la plata como medio extranjero de pago), y las colonias vecinas del norte de América (fundamentalmente las 13 colonias inglesas), muy pronto comenzaron a usar el Real de a Ocho como moneda habitual dada su calidad y su abundancia.

Un Dólar americano (español)

Un Dólar americano (español)

A su vez, nuestras monedas acabaron por alcanzar los lugares más remotos del planeta, en muchos de los cuales se aceptaba como pago, reacuñándola con el sello del lugar en el cual se usaba. De esta forma, nuestra moneda se extendió por toda Europa, por toda América y por grandes extensiones de Asia y África, llegando hasta lugares tan lejanos como Australia a mediados del siglo XIX. Y fue tal su impacto internacional, que no solo llegó a regular el sistema financiero internacional, sino que  llegó a desestabilizar todas las economías del este asiático y de China, provocando el caos financiero en la grandiosa economía de la Dinastía Ming.

Pocos sabrán que fue ésta moneda (una moneda española), la primera en convertirse en moneda de curso legal en los Estados Unidosde América, estando en vigor nada menos que hasta la ley que la derogó a finales del siglo XIX (1857). Y los estadounidenses de entonces, que conocían  al Real de a Ocho como el “Spanish Dollar”, le dieron tal importancia a aquella moneda que adoptaron para siempre el españolísimo símbolo de las Columnas de Hércules(grabado en ella), como símbolo de su actual moneda.

DOLAR-~1

Muchas de las monedas actuales de distintas zonas del mundo como Canadá, Estados Unidos o incluso China, y por supuesto los Pesos de Filipinas y las monedas de casi toda Hispanoamérica,  están basadas en el Real de a Ocho español, y el término “Peso” en sus monedas tiene su origen asimismo en nuestra moneda, ya que los pesos de entonces tenían un diámetro exacto al del Real de a Ocho.

Como vemos, si bien hoy “nuestra moneda” es una divisa común a otros muchos países, y el dólar americano manda en el mundo, no está mal que los españoles recordemos de vez en cuando que hubo un tiempo, no hace muchos años, en el cual no solo dominábamos un Imperio en el que no se ponía el sol, sino que además teníamos las finanzas del mundo a nuestros pies.

Fuente  La oreja de Jenkins