En términos generales, las plataformas de video streaming a la carta han logrado que Hollywood se vea en la obligación, de un modo u otro, de ponerse las pilas para no quedar como una industria del entretenimiento desfasada, movimientos que probablemente empezaremos a ver este mismo año 2018.
A la espera de la llegada de la propuesta de Disney, Amazon y Netflix son dos plataformas de este tipo que poco a poco están cambiando el concepto del cineque la mayoría de los usuarios tenía hasta la fecha. Esto es algo que en gran medida tiene muy preocupado a la industria del cine «de toda a vida», desde las propias productoras, hasta los propietarios de las grandes salas de proyección.
Y es que si hasta hace poco el mayor enemigo del cine había sido, desde hace ya más de una década, el mundo de la piratería, estas plataformas de vídeo a la carta han aterrizado fuerte y, además, han llegado para quedarse. Por tanto, Hollywoody todo lo que le rodea, va a tener que replantearse de algún modo su método de trabajo, tanto de promoción como de difusión, todo si quieren sobrevivir al previsible crecimiento de estas alternativas on-line.
De hecho a estas alturas, tanto Netflix como Amazon ya están empezando a actuar más como un estudio de cine que como un servicio on-line de vídeos, por lo que el resto de los estudios del mundo quieren empezar a comportarse más como Netflix y Amazon para adaptarse a los tiempos que corren. Y es que mientras que en un principio nacieron como un servicio que no disponía apenas de contenidos propios y tenían que echar mano de los de terceros, ahora ya empiezan a hacerse con sus propios galardones, algo que a buena parte de Hollywood no le hace demasiada gracia.
Las plataformas de vídeo streaming como Netflix han venido para quedarse
Ganando usuarios día a día, suscripciones que además les aportan un pago mensual fijo, estas son plataformas que no están teniendo demasiados problemas en invertir sumas millonarias en sus propias producciones, algunas con más éxito que otras, como no podía ser de otro modo.
Por ejemplo, The Irishman de Martin Scorsese le costará a Netflix más de 100 millones de dólares, mientras que ha invertido cerca de 90 millones en Bright, protagonizada por Will Smith. También cabe mencionar que, a pesar de la mala crítica de este último título, se calcula que alrededor de 11 millones de personas, solo en los EE. UU., vieron Bright durante el fin de semana de su estreno en el servicio de vídeo.
Y ya no hablemos del éxito que están logrando con títulos tales como Stranger Things por parte de Netflix, o The Grand Tour en Amazon Prime Video, entre otros. Por otro lado, Disney ya ha revelado que va a quitarle contenidos a Netflix cuando el contrato actual acabe, por lo que el líder del sector debe seguir apostando cada vez más fuerte por la producción de películas y series originales.
De ahí que la industria del cine convencional va a verse en la obligación de renovar su modelo si quiere sobrevivir a los años venideros, empezando por 2018, ya que el crecimiento de estas plataformas on-line no ha hecho más que empezar.
Fuente > ADSLZone