La Bandera de Gadsden, primer icono de la Independencia de Estados Unidos

A lo largo de la Historia, el número de banderas y estandartes que han enarbolado países, ejércitos y entidades de todo tipo es considerable, como cabe suponer.

Y, consecuentemente, el abanico de diseños, con sus diferentes motivos, escudos y combinaciones de colores también resulta muy amplio. Pero es probable que uno de los modelos más peculiares sea el que, sobre un único fondo de intenso amarillo, muestra la leyenda Don’t tread on me (No me pisotees) con una desconcertante serpiente de cascabel dispuesta a morder encima: es la llamada Bandera de Gadsden.

Posiblemente le suene a alguien especialmente ducho en eso de fijarse en detalles, ya que ha salido alguna vez en fotos de la prensa de Estados Unidos en época electoral. Y es que la Bandera de Gadsden fue adoptada en 2009 por los participantes en el Tea Party, ese movimiento derechista que propugna un retorno a los valores más rancios del conservadurismo norteamericano como la ultrarreligiosidad, el neoliberalismo, el individualismo y la refracción al poder del gobierno federal. Una adopción muy polémica, como suele pasar siempre que alguien se apropia de un símbolo que, en principio, es de todos.

 

 

 

Porque estamos hablando de una bandera histórica cuyo origen se remonta a 1775, en el contexto del estallido de la Guerra de la Independencia: fue diseñada por el general Christopher Gadsden para los infantes de marina continentales, siguiendo una idea propuesta por Benjamin Franklin en un artículo periodístico: el texto decía que ese ofidio sería un buen motivo para representar al nuevo país porque nunca ataca primero y además de presentar un aspecto inofensivo a priori siempre avisa agitando su crótalo, pero una vez en lucha tampoco se rinde y su mordedura, por pequeña que sea, resulta mortal. Franklin recuperaba así una idea planteada veinte años antes para protestar contra la decisión de Londres de enviar convictos a sus colonias, sugiriendo a cambio enviar serpientes de cascabel a Gran Bretaña.

El Tea Party de 2009/Foto: CantWinThisGame en Wikimedia Commons

Como quiera que ese tipo de reptil era común en casi toda Norteamérica, se convirtió en un motivo recurrente incluso -a veces troceado- para representar a las Trece Colonias, siguiento el perfil costero con la cabeza en Nueva Inglaterra, la cola en Carolina del Sur y un eslógan que decía Join or Die (Únete o muere). Posteriormente se popularizaron otros iconos más obvios que terminarían por imponerse, como un indio o el águila de cabeza blanca, pero inicialmente la serpiente tuvo el protagonismo casi absoluto y cuando Gadsden la propuso para la bandera de los US Marines, el Congreso Continental aprobó la idea y también adoptó una variante para su Oficina de Guerra con la frase This we’ll defend (Esto defenderemos).

Diseño de Benjamin Franklin/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Como puede apreciarse, la bandera tuvo diversas versiones, no sólo en las frases acompañantes sino en el dibujo mismo, con el animal mirando ora a la derecha, ora a la izquierda, solo o sobre un lecho de hierba y con tipografías distintas. Los Culpeper Minutemen (una milicia de voluntarios de Virginia) también usaron la suya con fondo blanco y el lema Liberty or death (Libertad o muerte) junto al nombre de su unidad, al igual que un regimiento del 1º Batallón de Westmoreland County (Pensilvania) y los artilleros de la Milicia de Rhode Island.

Sin embargo, fueron los famosos marines los primeros en hacer ondear la bandera amarilla. Ese cuerpo había sido creado a raíz de una curiosa anécdota en la que unos marineros de la incipiente US Navy tuvieron que marchar descalzos sobre la nieve en una escolta por falta de zapatos. A partir de entonces se reclutaron cinco compañías cuyos tambores se decoraron con la bandera de Gadsden y el citado lema Don’t tread on me (No me pisotees); el comodoro Esek Hopkins, almirante de la armada, también la adoptó como estandarte de su buque insignia.

La bandera de Thomas Hart/Imagen: dominio público en wikimedia Commons

De la elaboración gráfica se encargó un artista llamado Thomas Hart que, curiosamente, era inglés de nacimiento, lo que ha dado lugar a cierta controversia sobre su habilidad. En su versión primigenia, la bandera ya tenía el eslogan pero la serpiente no estaba enroscada sino extendida y en un fondo listado con barras rojas y blancas, como el de la bandera nacional.

No se sabe si Hart ignoraba que las cascabel enrollan su cuerpo antes de atacar para coger impulso o se burlaba de la nueva marina (compuesta sólo por siete barcos) por aquello de haber nacido en Inglaterra. El caso es que no se conserva ninguna descripción oficial y las únicas referencias de la obra de Hart son algunos lienzos historicistas y un libro de vexilología naval del almirantazgo.

Betsy Ross tejiendo su bandera para George Washington/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

El uso de la Bandera de Gadsden cayó en el olvido con la adopción oficial de la de Betsy Ross (la bandera de barras y estrellas) e incluso se llegó a cuestionar que realmente se hubiera utilizado alguna vez, pero de un tiempo a esta parte, especialmente desde que la US Navy la recuperó tras una investigación con motivo de su segundo centenario, el Secretario de Estado de Marina decretó que la enarbole siempre el barco más antiguo de la flota como bandera de proa (en estos momentos lo hace el USS Enterprise).

A partir de los atentados del 11 de Septiembre se sumó el ejército y otros colectivos continúan la tendencia, pues se suele ver a menudo en sitios como Charleston (porque Gadsden la presentó allí) y especialmente en las matrículas automovilísticas de varios estados norteamericanos, aparte de grupos anarcocapitalistas, deportivos y el mencionado Tea Party.

Fuentes: Christopher Gadsden and the American Revolution (E. Stanly Godbold) / Flag. An American Biography (Marc Leepson) / American flag (Tamara L. Britton) / Wikipedia/LBV.