
Una pieza encontrada por los arqueólogos el pasado año en el lugar del pecio donde se halló el famoso Mecanismo de Anticitera, podría pertenecer al mismo.
Se trata de un disco de bronce corroído que tiene cuatro extremos metálicos con agujeros. Los análisis revelaron que además incluye un grabado del mítico toro Tauro.
Aunque los expertos todavía no pueden afirmar de manera concluyente que sea una parte del mecanismo, su similitud con otras partes de la máquina parece indicar que así es.

En tal caso podría corresponder a un engranaje utilizado para predecir la posición de la constelación zodiacal de Tauro.
El Mecanismo de Anticitera, del que ya hemos hablado aquí anteriormente, se encontró en 1901 en un barco hundido hace unos 2.000 años junto a la isla del mismo nombre, situada al sur del Peloponeso y al noroeste de Creta. Es un islote de apenas 20 kilómetros cuadrados, famoso precisamente por dar nombre al considerado el sistema mecánico de computación más antiguo conocido.

Su utilidad habría sido la de predecir posiciones astronómicas y eclipses, así como las fechas de eventos como los Juegos Olímpicos y otros certámenes periódicos de la Antigüedad griega.
Se le ha vinculado con Corinto y con Siracusa, donde vivía Arquímedes, de quien Cicerón afirma que construyó dos ingenios similares. Y en cuanto a la datación, se le ha situado entre el 150 y el 100 a.C.

Los restos del mecanismo aparecieron fragmentados en 82 piezas, siete de las cuales contenían inscripciones y engranajes. Es del análisis de estas inscripciones que se le relaciona con Corinto. Actualmente se expone en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Fuente: Greek Reporter/LBV.