Egipto: el poder de la unificación

La prodigiosa civilización egipcia eclosionó con la unificación de dos territorios. El Nilo y sus ubérrimas orillas formaron la médula de un milagro económico y cultural.

La Pirámide de Sakkara
 

El país del Nilo más glorioso, el que provoca general admiración, nació con la unificación del Alto y el Bajo Egipto, hecho que puede situarse hacia el 3050 a.C. No se conoce con certeza todo el proceso, pero por ahora se impone la teoría de que las fuerzas de la poderosa ciudad de Nejen, en el Alto Egipto, habrían sometido a las ciudades del delta. Y se menciona a un rey como definitivo hacedor de la conquista: Menes, procedente de Tinis, según Manetón; y Meni, según las Listas Reales. Por otra parte, la llamada Paleta de Narmer, pieza de pizarra con inscripciones encontrada en el templo de Horus de Nejen y actualmente expuesta en el Museo de El Cairo, simbolizaría igualmente la unión del Alto y el Bajo Egipto. Según este testimonio, Narmer sería el soberano del Sur que sometió a las tierras del delta. Todavía no se ha decidido si los nombres Menes y Narmer se refieren al mismo monarca.

 

 

Durante buena parte del siglo XX, los investigadores se inclinaron por creer que estos soberanos de las dinastías cero y primera pertenecían a una “raza superior”, que habría invadido el territorio del Nilo sometiendo a los “prehistóricos” egipcios. Estos conquistadores sólo podían provenir del Este, de las tierras mucho más desarrolladas de Mesopotamia, cuyo arte palaciego se veía reflejado en el de la primera dinastía egipcia. Fue el arqueólogo británico Flinders Petrie (1853-1942) quien dio con los raros testimonios que parecían tan alejados de la estética egipcia y que interpretó como material perteneciente a una raza de invasores.

 

Soberanos misteriosos

Sin embargo, tiempo después él mismo concluyó que se trataba de los remanentes de los egipcios predinásticos. Y tal es la teoría que hoy marca el rumbo de los estudios históricos. Así que se da casi por sentado el genuino pedigrí egipcio del supuesto unificador, ya se llamara Narmer o Menes. Tampoco parece fácil resolver el misterio en torno a dos soberanos que aparecen en piezas distintas de la misma época: Horus Escorpión y Aha, quienes podrían ser sucesores o antecesores dentro de este mismo periodo de unificación. De cualquier forma, con ellos comienzan los 3.000 años de Historia de la civilización egipcia.

Fuente:Muy Interesante