La constelación de satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea aporta nuevos datos que permiten avanzar en el estudio del magnetismo terrestre
A primera vista, resulta algo improbable relacionar los océanos con magnetismo, sin embargo esta parte líquida de nuestro planeta es también responsable de una fracción del escudo magnético protector de nuestro planeta. En este sentido, los satélites Swarm de la ESA no solo han podido medir recientemente este campo extremadamente débil, sino que también han realizado nuevos descubrimientos sobre la naturaleza eléctrica del interior de la Tierra.
El campo magnético nos protege de la radiación cósmica y las partículas cargadas que bombardean la Tierra desde el Sol. Sin él, la atmósfera no existiría tal y como la conocemos, lo que haría que la vida en la Tierra fuera imposible, al menos tal y como la conocemos.