Una ciudad anclada en el tiempo, Carcasona está considerada como una de las ciudades más antiguas de toda Europa. Un regalo para la vista donde sus murallas, almenas y torreones, calles y arcos parece que dan la bienvenida al viajante. Un castillo que bien podría haber servido de inspiración en los cuentos de hadas, donde las princesas suspiraban por su príncipe. Nada más lejos de la realidad, Carcasona: Sus Orígenes y Leyendas, nace con la intención de conocer su historia, sus orígenes, quienes habitaron su castillo o qué leyenda encierra sus muros.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS | CIUDADELA DE CARCASONA
Hablar de Carcasona es hablar de la ciudadela de Carcasona o de la ciudad histórica fortificada de Carcasona, se trata de un complejo arquitectónico fortificado, también llamado Cité.
La ciudad histórica hoy en día se conserva en un estupendo estado de conservación gracias a su restauración con fin de conseguir el título de Patrimonio de la Humanidad, un título que conseguiría en 1997 y que consiguió rescatar este monumento histórico y espectacular de las garras del olvido.
La ciudad conserva todos los elementos originales de la Edad Media, una ciudad fortificada situada sobre una elevación en el margen derecho del río Aude. La ciudad moderna de Carcasona se situó justo en frente en la orilla izquierda del río, haciendo de la Cité un lugar incomparable.
La ciudad está rodeada por una doble muralla de piedra de tres kilómetros de longitud, la ciudad conserva los trazados típicos de las ciudades medievales, calles estrechas y sinuosas, entramados en las fachadas, barrios gremiales, a lo que hay que añadir la belleza incomparable de su castillo. El castillo perteneciente a los condes de Carcasona, además de la basílica de Saint Nazaire, situada en el mismo recinto.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS | ORIGEN
Según legados latinos que han llegado hasta nosotros y los restos arqueológicos encontrados, sabemos que existía un oppidum, una especie de muro reforzado con traviesas de madera que se construía en las zonas elevadas para una mejor defensa, datado aproximadamente en el siglo VI a.C.
Oppidium, similar al que se localizaba en Carcasona
Esta construcción ha sido atribuida a los Volcae Tectósages, una tribu celta, que ocupó el territorio incluso antes de la llegada de los Galos, esta tribu provenía del centro de Europa. Este emplazamiento era utilizado por los Volcas por su localización cerca de las vías de comunicación, por los recursos naturales y como atalaya de control sobre el territorio.
Se sabe que utilizaron las cercanas minas de Salsigne para la extracción de oro y joyas con las que hacer ofrendas a sus dioses. Plinio el Viejo, ya citaba el emplazamiento en sus escritos de Historia Natural, donde era conocido como Carcaso Volcarum Tectosage.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS | LOS ROMANOS
Los primeros registros indican que los romanos se establecieron en esta región en el año 122 a.C., y comenzaron construyendo un campo fortificado, un castellum de mediana importancia, en el lugar en que existía un oppidum del grupo de los Volsci Tecnosagi.
Restos romanos muralla Carcasona
Con el paso del tiempo, se instaló alrededor del campamento fortificado y fue el comienzo de su establecimiento definitivo, que en el curso de los siglos llegó a rodear la fortificación de suroeste a noroeste. Efectivamente la colonia “Julia Carcaso” se encuentra registrada en el año 20 a. C., como parte del Imperio Romano y, como tal, Carcasona (en francés, Carcassonne) gozó de la paz romana durante cuatro siglos.
Calzada de la Vía de Aquitania
Tras la inclusión como provincia de la Gallia Narbonensis, la ciudad de Carcaso, comienza a crecer debido a distintos factores, por un lado el río Atax (Aude), era navegable lo que facilitaba el comercio, pero además estaba enclavada cerca de una de las vías romanas más importantes, la Vía Aquitania. Una vía que comunicaba Narbo, Tolosa y Burdigala.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS | LOS VISIGODOS
Durante el siglo III d.C., pueblos germanos comenzaban a desplazarse desde el norte, realizando distintas incursiones desde el Rhin. Entre los pueblos germánicos destacaban los francos, quienes mantenían luchas constantes con los romanos provocando distintas oleadas invasoras.
Distribución de los Reinos en Europa
Se piensa que los ciudadanos de Carcaso, temerosos de que las legiones romanas no pudieran hacer frente a las incursiones comenzaron la construcción de distintas fortificaciones. Textos peregrinos datados en el año 333, hablan de la existencia de una fortificación en la población llamada Castellum de Carcasona.
De los restos de estas fortificaciones se encuentran muestras en algunas partes de la actual muralla, ya que parte de estas fortificaciones sirvieron de cimientos para la construcción de la muralla posterior.
Torre del molino de Avar, torre de Samson y torre de la ‘Marquière’
Se conservan de esta época 52 torres, entre ellas la de Molino de Avar o la de Sansón. Esta fortificación mantuvo a sus habitantes a salvo, además sirvieron para preservar las vías de comunicación y las rutas comerciales. A pesar de la ya inevitable decadencia del Imperio Romano Carcasona consiguió resistir los asedios de los pueblos germánicos.
Todo cambió hacia el siglo V, cuando Carcasona sucumbió ante los ataques quedando incluida dentro de lo que se llamó el Reino Visigodo de Tolosa, cuya capital era Toulouse. Ahora Carcasona pasó a ser una fortificación de defensa fronteriza del nuevo reino visigodo.
Alarico II
Las obras de fortificación de la ciudad se continuaron, ahora se trataba de una fortaleza fronteriza, pero tras la derrota del rey visigodo Alarico II en el año 507, ante los ejércitos francos de Clodoveo I, hizo que el imperio visigodo fuera reduciéndose en favor de los reinos francos del norte.
Hasta que en el año 713, un nuevo enemigo amenazaba al reino visigodo, quien irremediablemente sucumbió, la nueva amenaza venía del sur, se trataba de la Invasión musulmana de la Península Ibérica.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS | LOS ÁRABES
En el 725, Carcasona fue tomada por guerreros árabes provenientes de la Península Ibérica, que comenzaban a desplazarse hacia Francia a través de la costa catalana. Sin embargo, la ocupación sarracena no dejó huellas en sus monumentos, y dejaron sólo recuerdos y leyendas pero ningún edificio.
Dame Carcas
Justamente de este momento data la leyenda de la “Dame Carcas”, cuya estatua se encuentra antes de cruzar el puente levadizo.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS LOS ÁRABES | LEYENDA DE LA DAME CARCAS
Cuenta la leyenda, que el nombre de Carcasona, proviene del nombre de una princesa sarracena que vivía en la época de ocupación musulmana. Carlomagno en el siglo VIII, tras la ocupación y conquista, por parte de los ejércitos musulmanes del reino visigodo de Hispania y la ocupación de Carcaso, se dispuso a reconquistar el territorio a los musulmanes.
Carcaso se preparó para lo que sería un asedio que duraría mas de 5 años. Al frente se encontraba la princesa sarracena llamada Carcas, su esposo había resultado muerto y era ella ahora la que se ponía al frente de la guarnición que había dentro de la fortificación.
Tras 5 años de asedio, las provisiones de la ciudad de Carcasona comenzaban a escasear y cuando comenzó el sexto año de asedio, las provisiones habían desaparecido. Sin agua y sin alimentos la ciudadela debería rendirse, pero la Princesa Carcas ideo un plan de engaño.
Mandó realizar un inventario de las provisiones existentes, este se acabó rápido y el resultado fue un saco de trigo y un cerdo. La princesa entonces ordenó sobre alimentar al cerdo con el saco de trigo que quedaba. Una vez que el cerdo estuvo cebado, ordenó arrojarlo desde la torre más alta de la fortificación.
Cuando Carlomagno y su ejército vio caer al cerdo debidamente cebado interpretó que el asedio no servía para nada, ya que los habitantes disponían de vivieres suficientes como para desprenderse de una animal tan cebado. Creyendo inútil el asedio, las tropas de Carlomagno se retiraron, dejando la ciudad libre de asedio.
Carcas al ver como el ejército se retiraba ordenó hacer sonar las campanas de la ciudad, a lo que unos de los hombres de Carlomagno exclamó la ya famosa frase “¡Carcas sona!”, nombre con el que según la leyenda comenzó a llamarse a la ciudad amurallada.
Pero esto es sólo una leyenda, la realidad fue que finalmente Carlomagno triunfó sobre los sarracenos y los francos dominaron Carcasona. Cuando el imperio carolingio llevó su frontera sur a Cataluña, la ciudad perdió su importancia estratégica y en este período ningún acontecimiento importante la vio como protagonista.
Después de la muerte del Carlomagno, su imperio se quebrantó rápidamente y los que habían representado el poder central se fragmentaron poco a poco, junto con sus tierras. Así se desarrolló el período feudal, durante el cual los condes y vizcondes de Carcasona se sucedieron en el poder durante tres siglos, sin la tutela efectiva de ningún rey.
Basílica de Saint-Nazaire
Los condes, y en particular Roger el Viejo, así como la dinastía de los Trencavel, gobernaron y vivieron en la ciudadela, sus obras más importantes fueron el castillo interno y la nave románica de la Basílica de Saint-Nazaire.
CARCASONA: SUS ORÍGENES Y LEYENDAS | EDAD MEDIA
La Edad Media, a pesar de lo que comúnmente se cree, era un período de importante circulación de gente y productos. Las relaciones comerciales con Oriente Medio se intensificaron y llevaron, desde el siglo XI, y con ellas nuevas ideas comenzaron a circular, al igual que había ocurrido con el Cristianismo proveniente de Oriente hacia Roma.
Así comenzó a esparcirse, por el suroeste francés, el catarismo. Esta doctrina se basaba en el dualismo oriental cuyas características principales eran la presencia de un dios del Bien, creador de la esfera espiritual y de la existencia del Mal, creador del mundo visible, del hombre, de la materia, y de todo lo que tiene una existencia terrena.
La doctrina de los cátaros era tan severa y de tal austeridad, que sólo los iniciados que hubiesen recibido el “consolamentum”, su único sacramento, podían practicarla completamente. La élite de los iniciados, llamados los “Puros y Perfectos” (justamente catharos proviene del griego, y significa “puro”), constituía una suerte de clero de la comunidad. Los simpatizantes y creyentes también podían practicar las mismas reglas, pero recibían el consolamentum sólo en caso de peligrar sus vidas.
Los Cátaros
Durante algún tiempo los cátaros se desenvolvieron libremente en Carcasona, y en muchos de los feudos cercanos. La zona vivió un período de florecimiento cultural de la mano de los señores feudales, dueños absolutos de toda la región.
Las bases para la formación de un nuevo pueblo se habían asentado, la religión, el idioma, el gobierno y las tradiciones se diferenciaban tanto del núcleo francés en París, como de los reinos españoles, del Califato árabe peninsular y de la Iglesia Romana.
Si las cosas hubieran seguido como iban desarrollándose, probablemente hoy estaríamos hablando de un país aparte en el sur francés. Sin embargo, ni el Rey de Francia ni el Papa permitirían que una cosa así sucediese.
Fuente SobreHistoria