Las ruinas de las antiguas ciudades prehispanas de Mesoamérica constituyen hoy no sólo una valiosa fuente de información sobre aquellas civilizaciones sino también un inapreciable atractivo para el turismo, motor de la economía de varios países. Pero en esa dinámica hay unas culturas y lugares que han concentrado la atención, dejando a otras un tanto al margen. Todos quieren visitar los sitios arqueológicos mayas y mexicas -si acaso completados con Teotihuacán-, quedando en segundo plano los totonacas, purépechas, zapotecas… Pues bien, todavía hay uno más desconocido, el de la llamada Tradición Teuchitlán y su asentamiento de Guachimontones.