La bomba de hidrógeno del Zar, la locura soviética que desencadenó la mayor explosión causada por humanos

Con más fines propagandísticos que científicos, «El Emperador de las bombas» empequeñeció con su explosión de 50 megatones a Hiroshima, de 13 kilotones, y a Nagasaki, de 21 kilotones

Fotografía de una réplica de la carcasa de la Bomba del Zar
Fotografía de una réplica de la carcasa de la Bomba del Zar

El primer disquete desarrollado por IBM, en 1971, medía ocho pulgadas y tenía una capacidad de almacenamiento de 79,7 kilobytes. Lo cual sonaba entonces a tecnología punta, y hoy sería como querer guardar a un elefante en una caja de cerillas. Con las armas de destrucción masiva ha ocurrido otro tanto de lo mismo. En 1945, dos bombas atómicas arrojadas sobre HiroshimaNagasaki causaron sendas explosiones de 13 y 21 kilotones, cientos de miles de muertos, la rendición incondicional de Japón y helaron la sangre al mundo. Durante un ensayo en 1961, los soviéticos lanzaron sobre el Ártico una enorme bomba con una potencia casi 3.800 veces superior a la de Hiroshima. Del mismo modo que le ocurrió al disquete frente al CD, la bomba de hidrógeno convirtió en una antigualla la tecnología atómica. Seguir leyendo La bomba de hidrógeno del Zar, la locura soviética que desencadenó la mayor explosión causada por humanos